Un melón tipo cantalupo se paga en Japón por la “módica” cantidad de 6.000 euros, 12.000 el par
Se trata de la tradicional subasta de melón cultivado en la localidad de Yubari de la que Hortoinfo viene informado cada año. En este año, en la subasta del 19 de mayo se ha pagado 1’5 millones de yenes, unos 12.000 euros, por la primera pareja de este cotizado melón.
Fecha: 30-May-2017
Fuente: HortoInfo
Dos melones de Yubari, una localidad de la septentrional isla japonesa de Hokkaido, fueron vendidos el viernes por valor de 1,5 millones de yenes (unos 12.000 euros) en la primera subasta de esta temporada agrícola en Japón, de la que habitualmente informa Hortoinfo (Ver).
Pese a la elevada cantidad, la cifra supuso la mitad de los tres millones de yenes (unos 24.000 euros) desembolsados el año pasado, la más alta pagada por melones en la última década, pero está en línea con las ofertas que suele alcanzar este producto para la ocasión, informaron los medios locales.
Los dos melones de la variedad cantalupo, caracterizada por su pulpa de color naranja y sabor dulce, se subastaron en el mercado central de Sapporo, capital de la región, y fueron adquiridos por Kurashige Shoten, un vendedor mayorista de fruta de la ciudad, que repartirá los melones entre niños de una escuela primaria de Yubari.
"En las tierras de cultivo los envíos para la venta son una prioridad y los niños apenas tienen la ocasión de comerlos", dijo en declaraciones recogidas por la agencia Kyodo Shoten, a la que explicó que el gesto es "una muestra de nuestro agradecimiento a Yubari", que hace una década llegó a declararse en bancarrota.
Un total de 580 melones enviados por nueve agricultores fueron subastados, según dijo la cooperativa agrícola de la localidad. Se considera que estos melones tienen una calidad excepcional por haber disfrutado de una larga temporada de sol y por su forma redondeada gracias a un ritmo de crecimiento constante.
Es tradición en Japón que en estas fechas se subasten los productos agrícolas que marcan el inicio de la temporada y cuyos primeros ejemplares, que alcanzan precios exorbitantes, se venden más con ánimo publicitario y simbólico que con afán lucrativo.