La inteligencia artificial puede predecir dónde van a estallar conflictos debidos a la escasez de recursos hídricos hasta un año antes de que se produzcan, para poder prevenirlos. La iniciativa para el agua, la paz y la seguridad (Water, Peace and Security partnership o WPS), liderada por el Instituto de Educación en materia de Aguas IHE-Delft de los Países Bajos, ha desarrollado una herramienta que realiza un seguimiento de las reservas hídricas a nivel mundial e integra datos sociales, económicos y demográficos para alertar sobre posibles crisis antes de que tengan lugar.

“La idea es detectar los conflictos lo antes posible, para iniciar procesos de diálogo que ayuden a resolverlos; lo ideal sería pacificarlos en una fase temprana o resolverlos”, comenta Susanne Schmeier, del Instituto IHE-Delft.

La herramienta de la WPS integra avances en teledetección, aprendizaje automático y procesamiento de big data para emitir alertas sobre las que es posible actuar. Utiliza datos de satélites de la NASA y la Agencia Europea del Espacio, junto con información de gobiernos, organismos internacionales y de investigación para identificar puntos de posible conflicto.

“El aprendizaje automático puede detectar patrones en los datos que los seres humanos no pueden detectar” comenta Charles Iceland, del World Resources Institute, también involucrado en el sistema. Por otra parte, la inteligencia artificial puede dar una perspectiva más exhaustiva en zonas donde por motivos de seguridad no es posible tener personal sobre el terreno. Según Iceland, el sistema permite priorizar los puntos donde es urgente actuar.