Un estudio demuestra que la termoestabilidad es una gran herramienta para diferenciar cepas priónicas

Las enfermedades producidas por priones son enfermedades neurodegenerativas fatales que afectan a numerosas especies de mamíferos. Incluyen el kuru, la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, el insomnio familiar fatal y la enfermedad de Gerstmann-Sträussler-Scheinker en humanos, la tembladera o “scrapie” en ovejas y cabras, la encefalopatía espongiforme bovina en ganado vacuno y la caquexiacrónica en cérvidoso enfermedad de los “ciervos zombies”.

Fecha: 11-Oct-2019

Fuente: INIA

 
Según la hipótesis“sólo proteína”,las enfermedades por priones son causadas por la conversiónde la proteína priónica celular fisiológica (PrPC) en una isoforma enriquecida en láminas βpatógenas (PrPSC) que puede propagarse por sí misma al reclutar y convertir más PrPC. Las dos formas PrPC y PrPsc tienen idéntica secuencia de aminoácidos, pero difieren en su conformación. Este cambio conformacional puede dar lugar a fenotipos distintivos de la enfermedad que producen, incluidos los tiempos de incubación,los signos clínicos, las lesiones que producen en el cerebro, etc.
 
La conversiónde la proteína del prion fisiológica PrPC en la isoforma patógena y mal plegada PrPsc es el evento molecular subyacente en las Encefalopatía Espongiformes Transmisibles. La proteína patógena PrPsc posee propiedades fisicoquímicas que varían entre las diferentes cepas priónicas. En este trabajo se estudió la termoestabilidad o resistencia al calor de tres cepas priónicas: scrapie 22L y RML así como la cepa EEB (Encefalopatía Espongiforme Bovina),sometiéndolas a 98ºC durante dos horas.
 
Los resultados mostraron que en las cepas que habían sido calentadas se producía una gran disminución del principal marcador utilizado para la detección de priones, la proteína priónica resistente a proteinasa K (PrPres). Sin embargo, el comportamiento en cuanto a su infectividad resultó ser muy diferente. Las cepas scrapie RML y 22L redujeron su infectividad en 6 y 5 logaritmos respectivamente mientras que la cepa EEB no redujo su infectividad, mostrando una clara disociación entre el marcador más utilizado para la detección de priones y la infectividad real de esta cepa. Estos resultados fueron confirmados mediante dos técnicas diferentes, bioensayo in vivo en ratones transgénicos que sobreexpresan la proteína del prion murina y propagación in vitro mediante la técnica de amplificación de priones llamada PMCA (Protein Misfolding Cyclic Amplification).Estos resultados indican que la termoestabilidad es una característica específica y medible de cada cepa,lo que significa que disponemos de una gran herramienta para distinguir las cepas de priones.