Superficie forrajera para ganado

Fecha: 13-May-2019

¿Qué superficie forrajera necesita un ganadero para mantener un rebaño de vacuno de carne?

 

Respuestas de Isabel Casasús - Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA) – Gobierno de Aragón y de Esther Pereda. Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA).

· 28 March 2017
Si el ganadero de vaca nodriza estuviera interesado en un futuro en poder solicitar la ayuda agroambiental de la PAC, medida 1.3 de extensificación adicional del pastoreo estaría obligado a realizar un pastoreo en extensivo que supone no superar la carga ganadera de 1 UGM/ha en las zonas de rendimientos regionalizados de < 2="" tm/ha="" y="" 1,4="" ugm/ha="" en="" las="" zonas="" de="" rendimientos="" regionalizados="" de=""> o igual2 tm/ha, lo que supone que en ese caso de 50 vacas nodrizas el ganadero mínimo tendría que disponer de 50 has de superficie en el primer caso o 35,72 has en el segundo caso".


Esther Pereda. Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA)
· 28 March 2017
La superficie necesaria depende de la orientación productiva de la explotación y su censo ganadero, de su ubicación geográfica y del grado de autosuficiencia de la explotación (o la posibilidad de acceder a alimentos complementarios al forraje producido en la finca). La orientación productiva (vacas nodrizas, cebadero, explotación mixta) condicionará las necesidades de los animales a lo largo del año, y de la localización dependerán el tipo de pastos o cultivos disponibles.

Respecto a los pastos, su productividad y calidad determinarán la carga ganadera a la que pueden aprovecharse en pastoreo a diente, o la cantidad de forraje conservado que pueden producir para alimentar al ganado en establo.

Tomemos como ejemplo una explotación de 50 vacas nodrizas en la que se producen terneros destetados a los seis meses de edad. En ella debemos cubrir las necesidades energéticas de las vacas, estimadas en unidades forrajeras UFL (INRA) todo el año, es decir, durante la fase de cría (6 meses, aproximadamente 10 UFL/día) y el periodo seco (6 meses, de 6 a 8 UFL conforme avanza la gestación), y utilizar una dieta equilibrada en proteína.

En una explotación típica de montaña, en la que se aprovechan pastos de puerto durante el verano y prados de fondo de valle (a diente o conservados) el resto del año, nos guiaremos por la carga ganadera que pueden soportar los pastos para cubrir estas necesidades (en términos de UGM, Unidad de Ganado Mayor equivalente a una vaca adulta, por unidad de superficie).

Los puertos de montaña pueden mantener aproximadamente 0,5 a 0,7 UGM/ha durante los 4 meses de verano. Las praderas de fondo de valle generan forraje para una carga equivalente e 2 a 2,5 UGM/ha, sea aprovechadas a diente en otoño y primavera o segadas para conservar forraje para la invernada (si se siegan y henifican, producen entre 3 y 4000 kg de heno por ha, con una proteína media en torno al 12%). En la montaña aragonesa existen además zonas intermedias, áreas boscosas o arbustivas, que pueden ser aprovechadas por los animales de menores necesidades nutritivas a cargas más bajas, en torno a 0,2 UGM/ha entre el otoño y la primavera, aunque puede ser necesario aportar a las vacas algún suplemento (tanto energético como proteico) en las épocas de menor productividad.

En los animales que permanecen estabulados, las necesidades diarias de una vaca lactante de 600 kg de peso que produce 9 kg de leche al día suponen 10 UFL. Estas pueden cubrirse con una dieta de 12 kg de heno de pradera (85% MS, 0,7 UFL/kg MS, 12% proteína) y 2 kg de cebada (1 UFL/kg, 10% proteína) o preferiblemente de algún pienso específico (1 UFL/kg, 13% proteína). Si esta ración se aplica durante 5 meses, serían necesarios 1800 kg de heno para cada vaca (150 días x 12 kg), es decir, la producción de heno de 0,5 ha de prado, aproximadamente. Por tanto, la superficie necesaria para mantener 50 vacas serían al menos 25 ha de prado (con suplemento de pienso en establo) y aprovechamiento el resto del año de otras superficies a las cargas citadas anteriormente (acceso a unas 80 ha de puerto en verano y 100 ha de pastos arbustivos o forestales, quizá con suplemento en alguna época).

Las explotaciones ubicadas en áreas de regadío de otras zonas bajas de Aragón pueden disponer de distintos cultivos forrajeros (y subproductos, suplementos, etc.). A título de ejemplo, consideraremos una granja en la que las vacas se alimentasen durante todo el año en establo con ensilado de maíz (30% MS, 0,8 UFL/kg MS, 8% proteína) y un suplemento proteico (1,1 UFL/kg, 20% proteína). Para cubrir las necesidades diarias de las vacas, en lactación se necesitarían aproximadamente 30 kg MF de silo y 2 kg del suplemento proteico, y en vacas secas o gestantes una media de 20 kg de MF de ensilado y 0,5 a 1 kg de núcleo proteico según fases. Suponiendo un rendimiento de 45000 kg de silo de maíz por ha de superficie, una explotación con 50 vacas nodrizas necesitaría 9000 kg de ensilado por vaca y año, es decir, el equivalente a 10 ha de cultivo de maíz, con los suplementos correspondientes.

Estos valores deben considerarse meramente orientativos, ya que las necesidades de alimentos se han calculado en unas condiciones dadas y que tanto la productividad y calidad de los pastos y cultivos depende de múltiples factores (meteorología, manejo, etc.). La gran diversidad de sistemas de manejo, pastos, cultivos y alimentos complementarios disponibles en Aragón requieren de un cálculo detallado en cada caso.


Isabel Casasús. Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA) – Gobierno de Aragón