Unión de Uniones pone de manifiesto las pérdidas económicas que están dándose en el sector de la fruta dulce por el cierre de la hostelería, restauración y cafeterías – canal HORECA – así como la previsible falta de turismo este verano.

Este hecho, provocado por la COVID 19, unido a los problemas estructurales que ya tenía el sector, hace que muchos productores estén atravesando una crisis sin precedente. Además, a esto se le suma también la ineficiencia de la cadena y prácticas abusivas que no han sido erradicadas, pese a la reciente revisión de la Ley 12/2013 de mejora de funcionamiento de la cadena agroalimentaria y que, hasta el momento no han supuesto, a juicio de Unión de Uniones, ningún progreso visible respecto de la situación precedente.

Así pues, con el objetivo de encontrar vías de comercialización de la fruta, la organización, a través de la Unión de Extremadura, ya se dirigió al embajador ruso para entablar un diálogo y sopesar las posibilidades de finalizar con el veto ruso a frutas y hortalizas.

En este sentido, el propio embajador ha mostrado su comprensión y ha explicado que Rusia, desde el principio de la pandemia, pidió levantar las sanciones unilaterales y presentó en la Asamblea General de la ONU el proyecto de Resolución que proponía renunciar a las sanciones económicas contra Estados soberanos y que fue rechazado por la UE.

El veto Ruso“El veto ruso lleva ya 6 años y nació como una reacción a la sanción que impuso la UE a la Federación tras al anexo por parte de esta última de los territorios de Crimea en 2014”, explican desde Unión de Uniones. “Esto significa que las frutas y hortalizas no entran en Rusia por un tema político que a los agricultores ni les va ni les viene y vuelven a pagar el pato”.

La organización comprende todo lo que implica esta negociación, pero quiere destacar que la UE es el principal cliente de las exportaciones rusas, copando más de un 40 % de cuota comercial y con un fluido intercambio de combustibles y todo tipo de mercancías, por lo que no sería descabellado romper una lanza a favor de las producciones de frutas y hortalizas.