Sobrarbe busca otros cultivos de montaña

En la comarca de Sobrarbe y con el impulso de la Sociedad Cooperativa Agropecuaria de Sobrarbe (SCLAS), CERAI y la Asociación “Un paso atrás” comenzó en 2017 el grupo de cooperación “Sobrarbe agrodiverso y sostenible” con el objetivo de probar cultivos de montaña para diversificar la agricultura de esta zona. Patata, manzana y judía seca resultaron los cultivos sobre los que se trabajó.

Fecha: 13-Oct-2020

A través de las formaciones iniciales, se consiguió atraer a 15 ganaderos-agricultores, de ese grupo,12 se deciden a participar en la red de parcelas demostrativas de montaña que abarca unas 5 has.

En ellas, se establecieron 1,2 has de nuevas plantaciones de manzano en dos modalidades distintas, una más extensiva y otra más intensiva. Además, se caracterizó genéticamente material autóctono, hasta 20 variedades, hasta ahora no descritas.

Y se cultivan durante el proyecto 3 has de patata y 0,5 has de judía seca.

Este proyecto ha implicado, por una parte, estimular la cooperación entre productores y se ha involucrado al comercio en la venta sobre todo de patata. Aunque, no fue posible comprometer a la hostelería y la restauración. A los productores, como conclusión final, se recomienda que la patata sea cultiva en modo ecológico para darle una mayor salida en el mercado.

Otros resultados de este grupo de cooperación son: Se georreferencian en la prospección unos 40 árboles con posibilidad de ser variedades locales no descritas hasta ahora.

-Se generan itinerarios técnicos de cultivo para todas las especies y modalidades testadas en la Red.-Se producen 300 kgs de judía y 10 toneladas de patata.

En esta ocasión no podemos desdeñar al repercusión social de esta idea, de hecho se organizaron diversas charlas informativas, 373  escolares visitaron las plantaciones de manzano y se instaló un puesto  informativo en Expoferia de Sobrarbe.

Otros objetivos logrados han sido: identificar ajustes a realizar sobre los cultivos para adaptarlos al cambio climático así como la continuidad del proyecto.

En las conclusiones finales se aprecia un notable esfuerzo por incentivar al sector y mostrar cultivos alternativos y la intención de la cooperativa SCLAS de apostar por la patata (la judía y la manzana requieren más inversión y esfuerzo de especialización). Destaca el material genético no descrito e interesante de cara al futuro. Y, por último, se han elaborado manuales técnicos de manzano de montaña que quedan a disposición de cualquier persona interesada en emprender.