Nanta es el primer fabricante de piensos que obtiene la certificación de seguridad alimentaria FSSC 22000

En su decidida apuesta por la calidad, Nanta se afianza de nuevo como punta de lanza de su sector y materializa un nuevo hito: ser la primera empresa española en lograr la máxima certificación de seguridad alimentaria, la FSSC 22000, dentro de la categoría ‘Production of Feed’, para ocho de sus fábricas en España y Portugal.

Fecha: 19-Jan-2021

Fuente: Interempresas

Una certificación voluntaria de gestión de la seguridad alimentaria concedida por AENOR que supone una ampliación importante del actual sistema, adaptando el mismo a la nueva versión de la norma ISO 22000 (2018), junto con el cumplimiento de una especificación técnica para los prerrequisitos (ISO TS 22002_6 2016), así como el cumplimiento de requisitos adicionales exigidos por FSSC para el sector de la alimentación animal.

“Esta certificación, una de las más exigentes en seguridad alimentaria, aporta una garantía adicional a la calidad y seguridad de nuestros productos en todas y cada una de las diferentes etapas del proceso de producción de piensos, así como en la logística del almacenamiento y la entrega”, señala Jesús Lizaso, director de Formulación, Calidad y Nutrición de la compañía.

Para su obtención, la compañía ha asumido una serie de requisitos adicionales hasta ahora no contemplados, como la ‘Mitigación del fraude alimentario’ y el ‘Food Defense’, orientados a la prevención de acciones o fraudes intencionados que pudieran comprometer la inocuidad de los alimentos, así como un requisito de ‘Formulación de productos’”, que tiene en cuenta el control de sustancias, nutrientes o ingredientes, que pudieran tener efectos adversos en los animales o afectar a la seguridad alimentaria.

“Para ello hemos llevado a cabo lo que se denomina análisis de vulnerabilidad y hemos implementado las medidas preventivas oportunas. Un procedimiento de control para evaluar los factores de riesgo e implantar medidas de control adecuadas y efectivas en cada momento, orientadas a hacer frente al fraude alimentario, incluida la auditoría de toda la cadena de valor, desde los diversos proveedores y su cadena de suministro, hasta la integridad de los productos y sus envases”, explica Lizaso.