Los retos del sector agrario para frenar las emisiones de gases de efecto invernadero

Hoy finaliza la Cumbre Mundial del Clima (COP25), que se celebra en Madrid desde el 2 de diciembre. El desafío de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero ha puesto el foco sobre todos los sectores económicos, y también en el primario.

Fecha: 16-Dec-2019

Fuente: Uaga-Aragón

Es cierto que la agricultura y ganadería producen emisiones pero también es cierto que son las únicas actividades imprescindibles para el ser humano, ya que de ellas depende su alimentación. Por tanto, el reto para el sector agrario está en controlar y reducir esas emisiones.

En las actividades y debates programados en la COP25, la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón, UAGA-COAG, ha defendido los beneficios del modelo social y profesional de agricultura para mitigar los efectos del cambio climático. El modelo de agricultura familiar es fundamental por su función social, económica, territorial y medioambiental, por su papel en la lucha contra el cambio climático como mitigadora neta de las emisiones de CO2, que además de aportar el valor del trabajo de agricultores y ganaderos en beneficio del entorno natural, vertebra el medio rural, y produce alimentos seguros y de calidad.

A los profesionales agrarios les preocupa el eco que tienen en muchas ocasiones algunas declaraciones que hablan de la emisión de gases de efecto invernadero que produce el ganado rumiante. En ese sentido, UAGA señala que no se puede culpabilizar a las vacas o a las ovejas sino al modelo industrial que quieren imponer los grandes fondos inversores con la puesta en marcha de macrogranjas de porcino y vacuno. Es imprescindible diferenciar el tipo de actividad ganadera, no se puede generalizar. En lo que se refiere a la ganadería extensiva (ovino, caprino y vacuno), este modelo, que está en riesgo de desaparición, sí que aporta un gran beneficio medioambiental gracias al pastoreo, ya que los animales “desbrozan” la maleza de los montes y reducen así el peligro de incendio. 

En cuanto a la ganadería intensiva (porcino y vacuno), UAGA manifiesta que en Aragón la mayoría de las granjas son explotaciones familiares, que generan riqueza en el territorio y asientan población. El reto para estos subsectores es el aprovechamiento de los purines o estiércol.  En ese sentido, UAGA destaca los proyectos de investigación y las inversiones que se están haciendo para mejorar en este capítulo. Siendo el objetivo más inmediato emplear el abono orgánico como sustituto de los abonos minerales de síntesis química, altamente contaminantes en su fabricación y transporte.

Por otra parte, en lo que se refiere a la agricultura, en los últimos años ha aumentado el consumo y la producción de cultivos ecológicos. Una forma de producción de alimentos más sostenible y respetuosa con el medio ambiente y que ayuda a enfriar el planeta*.

La agricultura de conservación, que reduce el consumo de combustible, y el cultivo de leñosos (almendro, olivar, viñedo y frutales), también son prácticas beneficiosas para el medio ambiente porque aumentan el “secuestro de CO2” en la tierra.

Y por último, en lo respecta a la reducción de la huella de carbono, los consumidores también tienen la llave del cambio, ya que deberían optar por el consumo de frutas y hortalizas de temporada y cercanía, y deberían rechazar la compra de aquellos productos extranjeros que se cultivan en Aragón (como por ejemplo, las manzanas).