Ese  importe es casi diez por ciento por  debajo del umbral de referencia del azúcar blanco, el único punto de referencia objetivo que existe para  controlar la salud del sector. Y está muy por debajo de los costos de producción promedio de la UE, aseguran en un comunicado de prensa la Asociación de Fabricantes de Azúcar Europeos. CEFS.

Los precios actuales del azúcar no son sostenibles para la producción de remolacha y azúcar, concluyen.

Desafortunadamente, las llamadas de la Comisión Europea para que el sector se regule no toman en  cuenta las realidades del mercado:

• La producción de azúcar se mantiene por lógica: los precios relativamente altos del mercado mundial a fines de 2016  y la abolición de las cuotas condujeron a una mayor producción. Esta situación  también permite  una mayor distribución de los costos fijos, lo que aumenta la competitividad de los operadores en un  entorno más liberal caracterizado por una mayor competencia.
• Mientras tanto, los bajos precios del mercado mundial están arrastrando al mercado de la UE. Las  exportaciones de azúcar, aunque son mayores que las del sistema de contingentes, están restringidas por los  niveles actuales de precios en el mercado mundial , lo que debilita a un importante mercado, aseguran los fabricantes de azúcar.. Los  contingentes de importación sustancialmente nulos y de aranceles reducidos establecidos desde 2013, junto con la apertura total del mercado a los países ACP / LDC, evitan que la diferencia entre los precios de la UE y los precios mundiales supere los 100 EUR / tonelada para cualquier período sostenido. Pero los precios del mercado mundial no reflejan las  realidades económicas pues, señalan desde CESF, los precios mundiales del azúcar están deprimidos en gran parte  por la producción subsidiada y las exportaciones de Brasil, Tailandia, Pakistán e India, y  por el exceso de producción que ingresa al mercado mundial.

Si la brecha entre los precios actuales de la UE y los vigentes hasta septiembre de 2017 se mantiene en el  nivel actual , la transferencia neta de riqueza del sector azucarero (agricultores e industria) a  procesadores secundarios y minoristas será de al menos 2.000 millones de euros para fines de 2018. 

Ante esta situación, los fabricantes de azúcar de la UE instan a la Comisión Europea y a los Estados Miembros a que tengan en cuenta la  escalada de la crisis en el sector y consideren formas de minimizar el  daño continuo y potencialmente irreversible para los agricultores, los trabajadores y los fabricantes de azúcar.