Este estudio se llevó a cabo para determinar si las medidas eran efectivas para prevenir la reaparición de la tembladera hasta el nivel de prevalencia del 1% observado cuando se detectó por primera vez la tembladera en esta granja. Un total de 280 cabras con una edad mínima de 18 meses, que se encontraban predominantemente al final de su vida productiva, fueron sacrificadas, y el cerebro y los ganglios linfáticos retrofaríngeos examinados por inmunohistoquímica en busca de proteína priónica asociada a la enfermedad. El genotipado se realizó en todas las cabras sacrificadas y machos cabríos vivos utilizados o destinados a la reproducción para determinar los polimorfismos del gen de la proteína priónica asociados con la resistencia a la tembladera clásica. Ninguna de las cabras presentó proteína priónica asociada a la enfermedad en los tejidos examinados, y 34 (12,2%) portaban el alelo K222 asociado con resistencia. Este alelo también se encontró en cuatro cabras reproductoras.

Los resultados del estudio sugirieron que la tembladera clásica no se reintrodujo en esta granja de cabras mediante una repoblación masiva o procedimientos adecuados de limpieza y desinfección. Es deseable una mayor vigilancia de la tembladera de las cabras en esta granja para confirmar la ausencia de enfermedad. Se debe fomentar la cría con machos cabríos que portan el alelo K222 para aumentar la población resistente a la tembladera.

El artículo ha sido publicado en la revista científica Frontiers in Veterinary Science, con la firma de los siguientes autores de instituciones de investigación del Reino Unido: Timm Konold, Sonja Libbey, Brenda Rajanayagam, Louise Fothergill, John Spiropoulos, Beatriz Vidaña y Pablo Alarcón.