Las cubiertas vegetales en viñedos contribuyen a una viticultura sostenible y favorecen la presencia artrópodos e insectos beneficiosos para la vid

Una tesis doctoral realizada en la Universidad de La Rioja corrobora que la cubierta vegetal espontánea en viñedos contribuyen a una viticultura sostenible. Así tienen mayor riqueza de insectos y albergan mayor cantidad de artrópodos depredadores de plagas. La autora María Gloria Sáenz Romo realiza una comparación entres el impacto de labrar el suelo o dejar que se cubra de plantas (espontáneas o sembradas).

Fecha: 21-Sep-2020

Fuente: Tecnovino

El uso de cubiertas vegetales en viñedos (espontáneas) favorece la presencia y riqueza de insectos y otros artrópodos depredadores que previenen de forma natural las plagas, contribuyendo a una viticultura sostenible. Así lo corrobora María Gloria Sáenz Romo en su tesis doctoral, en la que compara el impacto de labrar el suelo o dejar que se cubra de plantas (espontáneas o sembradas) en la biodiversidad de estos agroecosistemas.

La composición de la cubierta vegetal, su fenología (ciclos biológicos) y su producción de polen y néctar parecen ser factores importantes para favorecer la presencia de artrópodos, tanto en número total como en cuanto a grupos funcionales (especies con distintos cometidos en el funcionamiento del ecosistema: depredadores generalistas o especializados en cierto tipo de presas; insectos que se alimentan de materia vegetal -fitófagos-; parásitoides; polinizadores, etc.).

La tesis, titulada ‘Efecto del manejo del suelo en viñedo sobre la abundancia y diversidad de artrópodos’ ha sido desarrollada en el Departamento de Agricultura y Alimentación de la Universidad de La Rioja, dentro del programa de doctorado en Enología, Viticultura y Sostenibilidad. Dirigida por los doctores Vicente Santiago Marco Mancebón e Ignacio Pérez Moreno, ha obtenido la calificación de sobresaliente cum laude.

En su investigación, Sáenz-Romo evalúa el impacto de las distintas formas de tratar el terreno sobre la cantidad y variedad de insectos presentes, tanto a nivel del suelo como sobre las hojas de la vid y sobre el follaje de las cubiertas vegetales en viñedos. Pone especial atención en las poblaciones de ácaros depredadores (aquellos que se comen a otros que pueden constituir plagas, como la araña roja) y de carábidos (familia de escarabajos depredadores generalistas).

En la tesis se menciona que «de entre las ventajas agronómicas que ofrece el uso de cubiertas vegetales en viñedos frente al laboreo, cabe destacar la mejora de la calidad del suelo al incrementar tanto el contenido en materia orgánica (Steenwerth y Belina, 2008) como la biomasa y la actividad microbiana (Ingels et al., 2005), la protección del suelo contra la erosión (Novara et al., 2013), y la mejora de fertilidad (Barbazán et al., 2002). Por otro lado, desde un punto de vista medioambiental, la cubierta vegetal limita el uso de herbicidas, aumenta la diversidad del agroecosistema, disminuye la posible transferencia de agroquímicos a las aguas al reducir la lixiviación y disminuye el uso de productos fitosanitarios al favorecer el control biológico por conservación (Danne et al., 2010; García et al., 2018)».

Ensayo con tres tipos de manejos de suelo y tres métodos para el muestreo de artrópodos

Para ello, desarrolló durante dos años consecutivos (2016 y 2017) un ensayo con tres tipos de manejo de suelo: laboreo tradicional, cubierta vegetal espontánea y cubierta vegetal florícola sembrada. El estudio se realizó en un viñedo de la variedad Tempranillo, en régimen de secano, ubicado en la finca institucional de «La Grajera» (La Rioja, España).

Para el muestreo de artrópodos empleó tres métodos diferentes: trampas pitfall, para la captura de insectos epígeos (los que viven sobre el suelo); aspiradores eléctricos, para los insectos que habitan sobre hojas de vid y del follaje de las cubiertas vegetales, y embudos de Berlese-Tullgren, para la extracción de ácaros fitoseidos (que se comen a otros ácaros). Clasificó todos los individuos adultos capturados y los categorizó en 5 grupos funcionales: depredadores, parasitoides, fitófagos, polinizadores y otros.