"La importancia de un buen plan sanitario en la explotación de ovejas o cabras" AGROPAL

Más vale prevenir que curar. No se debe perder de vista este aspecto. En todas las producciones animales es más caro y da mucho más trabajo curar el ganado enfermo que prevenir que enferme.

Fecha: 03-Mar-2020

Tags: agropal

La prevención, mediante la aplicación de un correcto Plan Sanitario en el rebaño de ovejas o de cabras permitirá el incremento de la producción, la obtención de un producto de mejor calidad y garantizará un uso más eficiente de los recursos. Como consecuencia de todo lo anterior, se reducirá nuestro coste de producción, fundamental para poder ser cada vez más competitivos.

Dentro del Plan Sanitario de las granjas son fundamentales unos adecuados protocolos vacunales, aseguran desde el departamento veterinario de AGROPAL, que han de personalizarse en base a las características concretas de cada explotación, teniendo en cuenta además las enfermedades más comunes en la zona en la que se encuentre.

Tras el parto, los animales recién nacidos se enfrentan a un medio ambiente hostil desde el punto de vista sanitario, contaminado con una gran cantidad de microorganismos que, si no se toman las medidas preventivas adecuadas, hay muchas posibilidades de que sean letales para ellos. Aunque los cabritos y corderos neonatos son capaces de generar una respuesta inmunitaria, esta es poco satisfactoria debido a la inmadurez de su sistema inmunológico que retrasa la puesta en marcha de los adecuados mecanismos de protección frente a la multitud de microorganismos a los que se van a enfrentar.

En el caso de los rumiantes, es fundamental tener en cuenta que tienen un tipo de placenta que dificulta la transferencia de anticuerpos desde la madre al feto durante la gestación. Dicho de otro modo, la inmunidad pasiva vía trasplacentaria en el recién nacido en el caso de los rumiantes es prácticamente nula. Es por ello que si no se aplica una asistencia inmunológica adecuada a la madre, los corderos o cabritos recién nacidos tienen una gran probabilidad de sucumbir frente a enfermedades causadas por agentes infecciosos que resultan inocuos para sus madres. El objetivo final de la aplicación de un adecuado programa vacunal es la transferencia pasiva de esa inmunidad necesaria en el recién nacido vía calostro.

Es fundamental que el calostro administrado a los corderos y cabritos sea de una gran calidad.

Es fundamental que el calostro administrado a los corderos y cabritos sea de una gran calidad. Para ello es importante que sobre las madres, que deben encontrarse en un estado sanitario óptimo, se haya aplicado una correcta pauta de vacunación durante los 45 días anteriores al parto, como por ejemplo frente a la “basquilla”. Es básico recordar que en el caso de algunas enfermedades, como sucede con la pasterelosis, no es posible conseguir transferencia de protección vía calostro mediante la vacunación.

Además de la calidad del calostro, es básico una adecuada administración del mismo al recién nacido. Este debe recibirlo en sus primeras 24 horas de vida y en la cantidad adecuada para que la absorción de anticuerpos protectores a través de la pared intestinal sea correcta. Si el cabrito o cordero no toma este calostro o lo toma pasadas las 24 horas desde el nacimiento, todo el trabajo previo realizado sobre las madres habrá sido en balde.

Para realizar una correcta vacunación tenemos que tener en cuenta varios aspectos:

  • En determinados casos la vacunación de animales que han recibido calostro de madres vacunadas durante el preparto no va a ser efectiva al ser “anulada” por la inmunidad pasiva obtenida por el cordero o cabrito a través del calostro de la madre. Un ejemplo claro es el de las vacunas clostridiales (Basquilla).
  • Mantener los intervalos de administración adecuados entre las distintas dosis de una misma vacuna. Aunque existen algunas vacunas que precisan una única dosis (la vacuna frente a paratuberculosis o las vacunas vivas contra el aborto clamidial son ejemplos de ello), la mayoría de ellas precisan, a mayores de la primovacunación, la administración de una segunda dosis vacunal para inducir una adecuada protección.
  • Mantener los intervalos de administración entre las dosis de diferentes vacunas, de forma que el sistema inmune de la oveja o cabra puede recuperarse y responda adecuadamente frente a todas ellas.
  • Es necesario administrar dosis vacunales de recuerdo para mantener la inmunidad en el rebaño a largo plazo.

Sobre la aplicación del producto:

  • Las vacunas deberán mantenerse siempre en frigorífico y protegidas de la luz.
  • Los envases una vez abiertos hay que utilizarlos en el día (lo que sobra de una vacunación no nos sirve para la revacunación).
  • Como con cualquier otro medicamento, se debe tener presente la fecha de caducidad de la vacuna.
  • Imprescindible mantener en buen estado el instrumental empleado para la aplicación de las vacunas (limpiar los vacunadores después de cada vacunación ya que se acumula suciedad; utilizar agujas nuevas, ya que si utilizamos una misma aguja para vacunar muchos animales se acaban haciendo heridas que se pueden infectar; etc).
  • Vacunar animales en buen estado de salud y nutricional.
  • Utilizar la vía de administración (zona en la que hay que aplicar la vacuna) recomendada por el laboratorio.

A modo orientativo indicamos un protocolo vacunal para explotaciones de ovino y caprino.

Programa Vacunal

Enfermedad Animales de Reposición Animales Adultos
BASQUILLA Primera dosis al destete y revacunación a los 20 - 30 días. Se revacunará al menos una vez al año. Recomendable hacer coincidir la vacunación con el preparto.
PASTERELLA Primera dosis al destete y se revacuna a los 21 días (dependiendo de los problemas que haya en la explotación). Revacunación anual<.
ABORTO Dos opciones:
  • Frente a clamidias, utilización de vacuna viva (sólo se pone una vez en la vida del animal) a los 4 meses de edad.
  • Frente a clamidias y salmonelas, si se utiliza esta vacuna, vacunas y revacunar a los 21 días un mes antes de la cubrición.
Revacunación una vez al año un mes antes de la cubrición (en caso de haber utilizado la de clamidias y salmonelas).
AGALAXIA Primera dosis entre los 2 y 3 meses de vida y revacunar a los 20 - 30 días. Revacunar al menos cada 6 meses (hacer coincidir un mes antes de la parición).
PARATUBERCULOSIS Entre los 2 y 6 meses de vida una dosis en la vida del animal.