La Finca Experimental La Garcipollera participa en el LIFE MIDMACC, un proyecto europeo para revitalizar las zonas de montaña y hacerlas más resistentes al cambio climático

El proyecto financiado por el programa LIFE se centra en las zonas de media montaña, entre los 500m y 1000m de altitud. En estas zonas, el consorcio liderado por el CREAF quiere recuperar zonas de pastos, introducir viñedos en altitud o gestionar el bosque

Fecha: 04-Dec-2019

Fuente: Aragón Hoy

La Finca Experimental de La Garcipollera del Centro de Investigación y Mid-mountain adaptation to climate change (MIDMACC) cuyo objetivo es revitalizar las zonas de montañas y hacerlas más resistentes al cambio climático. El proyecto está liderado por el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales de Cataluña (CREAF) y cuenta en Aragón con la participación del CITA, el Instituto Pirenaico de Ecología (IPE-CSIC), la Universidad de Zaragoza, el Observatorio Pirenaico de Cambio Climático (OPCC-CTP). Participan además el IRTA (Instituto de Investigación y Tecnología Agralimentaria de Cataluña), la Oficina Catalana de Cambio Climático (OCCC), la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y la Universidad de La Rioja (UR).

 

Las zonas de montaña del sur de Europa son altamente sensibles al cambio climático. En las zonas de media montaña ya se nota que hay menos agua disponible, que las sequías son más largas y severas y que la frecuencia de incendios está aumentando. A esto se le suma que son zonas que sufren una despoblación progresiva por la falta de oportunidades. En este contexto nace el proyecto LIFE MIDMACC.

LIFE MIDMACC trabajará durante cinco años en tres zonas de media montaña en España: en La Rioja, Aragón y Cataluña. En estas regiones se implementarán medidas para gestionar el paisaje que además mejoren su desarrollo socioeconómico. Serán medidas pensadas para promover tres actividades agro-silvo-pastorales que ya se daban en esas zonas en épocas pasadas: recuperar pastos dónde ahora hay matorral, desbrozándolo e introduciendo ganadería extensiva; gestionar el bosque para la prevención de incendios, también con la ayuda de la ganadería extensiva; e introducir viñedos en zonas de montaña.

En el caso de Aragón, se ha elegido para la investigación la comarca de la Jacetania, en concreto en la Fina Experimental La Garcipollera del CITA. Se han elegido tres zonas de pastos forestales (pino, aliagar y robledal) donde, con distintas cargas ganaderas, se estudiará el beneficio del pastoreo extensivo. El IPE-CSIC, la Universidad de Zaragoza y el CITA colaborarán en la monitorización de parcelas de matorral desbrozado y gestión de bosque, con ayuda de ganadería ovina y bovina respectivamente. Los investigadores Javier Ferrer e Isabel Casasús son los responsables de la implicación del CITA en este proyecto, con el que dan continuidad a proyectos desarrollados por el equipo tanto en la propia Finca como en pastos del Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara. En ellos se ha demostrado el beneficio que supone el pastoreo sobre la disponibilidad y calidad del pasto en zonas forestales y arbustivas, mientras que una reducción de las cargas ganaderas tenía efectos negativos difícilmente reversibles sobre el mantenimiento de estas zonas, disminuyendo su accesibilidad y utilidad y aumentando el riesgo de incendios.

 

Recuperar un paisaje en forma de mosaico


Uno de los focos del proyecto es recuperar un paisaje combinado, donde el bosque, los cultivos y los pastos sean las “piezas” de un mosaico agro-silvo-pastoral. Un paisaje variado que es capaz de aportar una mayor biodiversidad, que da más servicios ambientales o ecosistémicos vitales para la sociedad y que es más sostenible y resiliente al cambio climático.


Por último, el proyecto cuantificará en los tres territorios los beneficios de aplicar estas medidas de adaptación, desde un punto de vista ambiental y económico. Con ello, podrá ofrecer recomendaciones al sector agroforestal, así como coordinar políticas con las administraciones regionales, elaborando una guía final para la adaptación de las zonas de media montaña, válida y replicable en otras regiones montañosas del sur de Europa.

El proyecto cuenta con la participación de distintos actores vinculados a los territorios donde se implementará el proyecto, que se coordinarán a través de diferentes comités regionales. En ellos, se contará con representantes del sector agrícola y forestal, la administración local y regional, el ámbito de la investigación, asociaciones ambientalistas y de la sociedad civil.