La estrategia De la granja a la Mesa puede ser una oportunidad para el desarrollo de la agroecología

El Pacto Verde Europeo busca convertir a Europa en el primer continente climáticamente neutro de aquí a 2050 a través de estrategias de crecimiento sostenible e integrador para impulsar una economía limpia y circular, mejorar la salud y la calidad de vida de las personas, restaurar la biodiversidad y reducir la contaminación.

Fecha: 26-Jun-2020

Dos de las estrategias esenciales son sobre la biodiversidad y Farm to Fork (“De la granja a la mesa”), esta última “un proyecto que coloca a la agricultura ecológica en el centro de una transición de la agricultura europea hacia la agroecología”, destacan desde IFOAM.

La estrategia “De la granja a la mesa” aspira a conseguir que los sistemas alimentarios sean justos, saludables y ecológicos, más ahora que con la pandemia del covid-19 se ha puesto de relieve “la importancia de un sistema alimentario sólido y resiliente que funcione en todas las circunstancias y sea capaz de garantizar a los ciudadanos el acceso a un suministro suficiente de alimentos a precios asequibles”, explican desde la Comisión Europea, organismo impulsor de este cambio.

La Comisión plantea un marco legislativo para sistemas alimentarios sostenibles y un plan de contingencia. A su vez desgrana más de veinte medidas concretas –a desarrollar hasta 2024– como efectuar cambios en la PAC, revisar el uso de plaguicidas y productos fitosanitarios, el bienestar animal, crear una Red de Datos de Sostenibilidad Agrícola, mejorar el marco de comercialización responsable, cambios en los perfiles nutricionales y en los materiales de embalaje de alimentos, reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos o revisar el programa escolar para reorientarlo hacia alimentos saludables y sostenibles.

Este proyecto también establece un nuevo enfoque para garantizar que la agricultura, la pesca y la acuicultura, así como la cadena de valor alimentaria, contribuyan adecuadamente a la Ley del Clima, un plan que aspira a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero al 50 o 55% para 2030. Otras metas para 2030 son aumentar en un 25% el total de la Superficie Agraria Útil en agricultura ecológica, reducir al 50% la venta de antimicrobianos para animales de granja y de acuicultura, y el uso de plaguicidas químicos, o rebajar las pérdidas de nutrientes en un 50%, como mínimo, garantizando al mismo tiempo que no se deteriore la fertilidad de la tierra, lo que reducirá el uso de fertilizantes en al menos un 20%.

La estrategia sobre la biodiversidad quiere proteger a la Naturaleza y revertir la degradación de los ecosistemas, y aborda factores clave de la pérdida de biodiversidad, como el uso insostenible de la tierra y del mar, la sobreexplotación de los recursos naturales, la contaminación y las especies exóticas invasoras. Algunos de los compromisos incluyen la recuperación de al menos el 10% del área agrícola para proporcionar espacio para animales salvajes, plantas, polinizadores y reguladores naturales de plagas, y de al menos 25.000 km de ríos que fluyen libremente, la plantación de tres mil millones de árboles nuevos en la UE, y una reducción del 50% en el número de especies de la Lista Roja amenazadas por especies exóticas invasoras, entre otros.

“Objetivos poco ambiciosos” para muchos agentes

Son numerosas las organizaciones a nivel estatal y europeo que, si bien creen necesario la puesta en marcha de estas estrategias, consideran que los objetivos propuestos son “poco ambiciosos”. La SEAE insiste en que la UE “no debe bajar la guardia” y le apremia a que actúe “mediante estrategias ambiciosas orientadas hacia una agenda ambiental, climática, de salud pública y social fuerte, unida y coherente, marcando una visión y agenda claras para la Política Agraria Común y el sistema alimentario”. Y recalca, “Los objetivos de estas estrategias sólo se alcanzarán si se tienen en cuenta en las actuales negociaciones sobre la PAC”.

En este sentido, desde IFOAM también comparten que los objetivos propuestos por la UE “sólo serán alcanzables si se integran en el Reglamento de Planes Estratégicos de la PAC, para elevar el nivel de ambición y hacer de la PAC una herramienta eficaz para incentivar y ayudar a los agricultores a hacer la transición a prácticas agroecológicas y más sostenibles”.

Por su parte, la Red de Ciudades por la Agroecología considera que los objetivos de la estrategia “de la granja a la mesa” son “ambiguos” y resalta la importancia de las “pequeñas y medianas empresas de producción y distribución locales” para su consecución. Por ello, hace un llamamiento para que “el desarrollo de la Estrategia en España se haga desde el debate entre las distintas escalas territoriales y la colaboración entre distintos actores sociales”.