Itacyl evalúa las nuevas variedades de cereal en Castilla y León

Itacyl ha hecho público el resultado de sus ensayos de nuevas variedades de cereal, en el contexto de la red Genvce. Los campos donde se han probado las semillas se encontraban en nueve localidades de Burgos, Soria, Ávila, Palencia, Salamanca y Valladolid, en zonas consideradas representativas de esta producción.

Fecha: 24-Sep-2019

Fuente: Campocyl

El documento publicado recuerda que, desde el punto de vista climatológico, la campaña cerealista 2018/2019 en Castilla y León se ha caracterizado por la escasez de lluvias en los meses de septiembre y octubre y unas altas precipitaciones en el mes de noviembre, lo que ocasionó siembras con poca humedad para los que apostaron por siembras tempranas o retraso en la siembra, por no poder realizarse en el mes de noviembre. Ello dio lugar a ciclos, especialmente en trigo, un poco más cortos, lo que afecta a los rendimientos obtenidos.

Por otra parte, las altas temperaturas de los meses de febrero y marzo, unidas a la casi ausencia de lluvias, afectaron de manera notable a los rendimientos, especialmente en la zona sur de la comunidad, donde a pesar de las precipitaciones del mes de abril no pudo compensarse el estrés que los cultivos padecieron en los meses anteriores.

Como consecuencia, se observan diferencias en los rendimientos entre las comarcas más al norte sobre las del sur. Esto ha hecho que la cosecha estuviera por debajo de la media, si bien ha superado a la muy mala campaña 2016/2017.

Los efectos de la sequía

Aunque los efectos de la sequía han afectado a todo el territorio de secano de Castilla y León, han sido muy severos en la mitad occidental y centro de la comunidad, con reducción de la producción entre el 30 y el 50%, y en algunas zonas incluso superior.

Las zonas más afectadas son las provincias de Ávila, Salamanca, León, comarca Campos de Palencia, comarcas Centro, Sur y Sureste de Valladolid, Demanda y la Ribera en Burgos y Duero Bajo y Campos Pan en Zamora.

Cabe destacar que la meteorología de mayo, un mes fundamental en el desarrollo del cultivo, han sido adversas, principalmente debido a la falta de precipitaciones, cuyo balance ofrece un déficit global del 75% respecto a la media de la región, convirtiendo a mayo en un mes muy seco.
Solo en las zonas del extremo este y noreste (Soria y norte de Burgos) las lluvias han sido normales.

Ensayos del grupo GENVCE

Castilla y León es una región eminentemente cerealista desde el punto de vista agrario. Es la primera en superficie y producción, lo que representa algo más de la tercera parte de la superficie y producción a nivel nacional, lo que hace que el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl) realice la evaluación de nuevas variedades de cereales, encuadrada dentro de la red de ensayos que el grupo GENVCE (Grupo para la Evaluación de Nuevas Variedades de Cultivos Extensivos) desarrolla a nivel nacional en diez comunidades autónomas.

En esta red participan, además de estas comunidades, la Oficina Española de Variedades Vegetales (OEVV), el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria (INIA) y la mayoría de empresas obtentoras de cereales.

La finalidad es conocer la adaptación y el comportamiento de las nuevas variedades de cereal que van apareciendo en el mercado, para los que el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León lleva a cabo una serie de ensayos en distintas localidades significativas de comarcas cerealistas de la región.

Evaluar el comportamiento agronómico

El objetivo de esta red experimental es evaluar las características y comportamiento agronómico y productivo de este nuevo material vegetal, comprobando la adaptación a dichas zonas, con la mirada puesta en poder ofrecer esta información a agricultores y técnicos, y que pueda resultarles de utilidad a la hora de decidir sobre las variedades que pueden adquirir y sembrar en cada campaña.

Esta red de evaluación varietal está integrada por ensayos de cebada de ciclo largo, cebada de ciclo corto, trigo blando de otoño, trigo blando de primavera, trigo duro, avena, centeno híbrido y triticale.

Para una comprensión global de la información que se ofrece en estas páginas, en la página web del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León, www.itacyl.es, dentro del apartado Inforiego pueden obtenerse todos los datos climatológicos de las estaciones más cercanas a las localidades de los ensayos.

Allí se puede obtener un resumen de las precipitaciones mensuales a lo largo del ciclo de cultivo, así como de las temperaturas en cada una de las localidades de los ensayos.

Comarcas representativas del secano

Los campos de ensayo de variedades se distribuyeron en las localidades de San Bernardo (Valladolid), San Pelayo (Valladolid), San Cristóbal de la Cuesta (Salamanca), Cerratón de Juarros (Burgos), Moneo (Burgos), Villamayor de los Montes (Burgos), San Esteban de Zapardiel (Ávila), Esteras de Lubia (Soria) y Villanueva del Rebollar (Palencia).

El diseño experimental ha sido de bloques completos al azar con cuatro repeticiones. La parcela experimental tiene una superficie de 12 metros cuadrados.

La densidad de siembra ha estado entre 425 y 450 semillas por metro cuadrado en cebada y trigos. Las variedades ensayadas están registradas en el catálogo español o comunitario, o bien se benefician de un registro provisional.

Además, hay que tener en cuenta que las variedades cuyo nombre aparece en los cuadros aquí publicados seguidas de la letra (T) son las variedades tomadas como testigos.

Las producciones se expresan en kilos por hectárea al 13% de humedad y la fiabilidad de los ensayos viene reflejada por su coeficiente de variación, como advierten los autores del estudio.

En ese sentido, cabe tener en cuenta que los ensayos de cereales se consideran válidos si presentan un coeficiente de variación inferior o igual al 15%.
De este modo, cuando un ensayo es válido y fiable, los diferentes tests que pueden utilizarse en la evaluación de los ensayos permiten determinar la diferencia significativa de rendimiento entre variedades con un umbral del 5%.

Las variedades a las que se asigna la misma letra no presentan diferencias estadísticamente significativas. Además, las medias están ajustadas por mínimos cuadrados. El sistema estadístico empleado es a través del test de Duncan.

Índices de producción por variedades

Para simplificar las interpretaciones y poder comparar los ensayos, independientemente de los valores absolutos, se utilizan en diferentes cuadros los índices de producción por variedades.

El índice de producción de los testigos es 100, que se calcula sobre la media de las variedades testigo en cada ensayo, y en función de este valor se obtiene el índice de todas las demás variedades.

Los ensayos se realizan siguiendo las prácticas culturales de la comarca en la que se emplazan y se indican en la ficha los resultados de la dosis de siembra, el cultivo precedente, la fertilización, el uso de fitosanitarios y las fechas de siembra y recolección.

Para transponer los datos de la experimentación a la escala de una parcela, se deben reducir las producciones de un 20% a un 30% aproximadamente.
La evaluación de cada una de las especies, en las distintas localidades, aparece en los cuadros que acompañan a esta información.

San Bernardo

La parcela de San Bernardo se caracteriza por unos suelos profundos y materia orgánica de 1,22%, con buenos contenidos de fósforo y potasio lo que influye de manera positiva en los rendimientos.

El ensayo tiene una media de 2.110 kilos por hectárea y un coeficiente de variación de 11,53. Si nos fijamos en los resultados de rendimiento del trigo blando de otoño, la variedad más destacada ha sido el testigo Marcopolo, con un rendimiento de 2.523 kilos por hectárea, seguido de FD 15 WW 076 y el testigo Camargo, con 2.404 kilos y 2.315kilos por hectárea respectivamente.

En el ensayo la variedad más productiva sí tiene diferencias estadísticamente significativas con respecto a bastantes variedades de rendimiento inferior.

Los rendimientos de los trigos, debido a la falta de lluvias, han sido un poco inferiores a la media de los últimos años, que suele estar por los 4.500 kg/ha en los ensayos.

Respecto al ensayo de cebada de ciclo largo, la media fue de 3.148 kilos por hectárea, muy por debajo de la media del año pasado, que estuvo por encima de los 5.000 kilos. En referencia a los rendimientos obtenidos, observamos que las variedades Mendiola y el testigo Hispanic, con 3.547 y 3.502 kilos por hectárea respectivamente, fueron las más productivas. Mendiola muestra diferencias estadísticamente significativas con las variedades de rendimiento inferior a 3.148 kilos.

San Pelayo

Esta localidad de suelos francos, poca materia orgánica y no muy ricos en fósforo y potasio. El estudio nos muestra los resultados del ensayo de trigo duro realizados en esta localidad.

En esta localidad, debido a las condiciones climatológicas poco favorables de la campaña, los rendimientos han sido inferiores a años anteriores, especialmente a la campaña pasada. Se ha dado un coeficiente de variación muy alto, 19,80, que supera el 15%, que se considera máximo para validar un ensayo, si bien al existir diferencias estadísticamente significativas entre variedades, puede considerarse el ensayo como válido. Destaca la variedad RGT Beticur con 1.467 kilos por hectárea, seguida del testigo Don Ricardo, con 1.449 kilos por hectárea.

Villamayor de los Montes (Burgos)

Muy buenos rendimientos en esta zona, donde las condiciones agroclimáticas no son tan favorables como en las comarcas más al norte. Sin embargo, la presencia de precipitaciones en momentos claves de desarrollo y un buen manejo de las hierbas adventicias han conseguido una media del ensayo de 5.840 kilos por hectárea, donde han destacado las variedades RGT Medinaceli y el testigo Pewter.

Cerratón de Juarros (Burgos)

El ensayo se caracteriza por un bajo coeficiente de variación, 4,94, y unos buenos rendimientos, favorecidos por las buenas condiciones edafológicas y climáticas de esta zona, donde destacan los testigos AVISPA y AMILCAR con 5.424 kg/ha y 5.404 kg/ha, respectivamente. Existen diferencias estadísticamente significativas entre variedades.

Al igual que el trigo duro, los trigos blandos han tenido unos altos rendimientos, con una media del ensayo de 5.932 kilos por hectárea, destacando las variedades Orloge y el testigo Marcopolo, con 6.617 kilos y 6.449 kilos por hectárea respectivamente.

Moneo (Burgos)

Este ensayo es el que presenta más altos rendimientos, con una media de 6.400 kilos por hectárea y un coeficiente de variación muy bajo de 4,99. Destacan las variedades LG Quorum, RGT Quiriko y Porticcio, de marisa-Florimond Desprez, todas ellas por encima de los 6.700 kilos por hectárea.
En cuanto a las cebadas de trigo largo en Moneo, al igual que en el trigo han tenido un comportamiento excelente en cuanto a rendimientos, destacando el testigo Hispanic con 6.763kilos por hectárea y la variedad RGT Segontia, con 6.712 kilos.

Condiciones adversas en San Cristóbal de la Cuesta

En la localidad salmantina de San Cristóbal de la Cuesta se han ensayado diferentes variedades de trigo blando de otoño. La comarca ha sido una de las más afectadas por la escasez de agua, de ahí los bajos rendimientos obtenidos. El ensayo, con un coeficiente de variación de 26,60, habría que anularlo, pero se decide su publicación por contener información sobre el comportamiento de las variedades en condiciones adversas, además de existir diferencias estadísticamente significativas entre variedades.

Destacan las variedades RGT Quiriko y RGT Paisano, ambas por encima de los 1.700 kilos por hectárea.

Al igual que en el trigo, los rendimientos de cebada de ciclo largo en esta localidad han sido bajos. Pero hay que destacar que la cebada se ha comportado mejor que el trigo en condiciones adversas, con una media del ensayo de 2.329 kilos por hectárea. Destaca el comportamiento de la variedad Saratoga, con 2.623 kilos, seguida de FD 14WB 105, con 2.560 kilos por hectárea.

El ensayo fue relativamente homogéneo, con un coeficiente de variación de 10,36%, existiendo diferencias estadísticamente significativas entre variedades.

Castellanos de Zapardiel (Ávila)

La comarca de la Moraña ha sido otra zona en la que la falta de agua ha tenido notable incidencia en los rendimientos. Se ha registrado un coeficiente de variación de 18,20, si bien al existir diferencias significativas entre variedades el ensayo puede dar una información de interés. Los autores del estudio estiman, por tanto, que merece la pena la publicación de los resultados.

Las variedades de cebada de ciclo largo con mayor rendimiento en el ensayo fueron Saratoga y el testigo Pewter, con 2.440 y 2.353 kilos por hectárea, respectivamente, variedades que superaron notablemente la media del ensayo, que se situó en los 1.937 kilos por hectárea.

En la misma localidad se han ensayado diferentes variedades de centeno híbrido, con bajos rendimientos y un coeficiente de variación alto, en el que destacan las variedades SU Promotor y KWS Vinetto, con 1.608 kilos y 1.426 kilos por hectárea respectivamente, y donde existen diferencias significativas entre variedades.