Frutas y hortalizas mínimamente procesadas o de IV Gama: cambios en los compuestos bioactivos
El consumo de frutas y hortalizas en la dieta diaria tienen un efecto muy beneficioso para la salud, no sólo porque son una excelente fuente de vitaminas, minerales y fibra, sino que además poseen fitoquímicos que contribuyen a la salud. Estos componentes que se encuentran en las plantas, aunque no se consideran nutrientes esenciales, proporcionan una importante protección contra las toxinas, el cáncer y otros trastornos comunes del cuerpo. Otro aspecto importante es que generalmente no son ricos en calorías y por lo tanto se adecuan a la tendencia actual en cuanto a las dietas. Las frutas y hortalizas mínimamente procesadas (FHMP) surgen como una respuesta a la demanda del consumidor de productos frescos, sanos, de elevada calidad y que requieran escaso tiempo de preparación conservando sus propiedades originales desde el punto de vista organoléptico (color, sabor y aroma, esencialmente) y nutritivo (vitaminas, minerales y nutrientes). No obstante, en los últimos años se ha prestado e
Fecha: 28-May-2018
Tags: IV gama
Fuente: Interempresas
Concepto de producto vegetal mínimamente procesado
Las frutas y hortalizas pueden consumirse en estado fresco (I Gama); en conservas (II Gama); congeladas (III Gama); frescas mínimamente procesadas, conservadas bajo cadena de frío, listas para ser consumidas (IV Gama) y cocidas, mantenidas en cadena de frío (V Gama). Las hortalizas frescas cortadas se obtienen a través de diversas operaciones unitarias de preparación, tales como selección, pelado, cortado, reducción de tamaño, lavado y envasado, incluyendo la adición de diferentes productos químicos. Algunos ejemplos de hortalizas frescas las ensaladas preparadas (lechuga sola o una combinación de hortalizas foliáceas), espinacas cortadas, zanahorias, brócoli y coliflor entre otras. Dentro de las frutas podemos destacar manzana y pera cortadas, arilos de granada
El propósito de los alimentos mínimamente procesados refrigerados es proporcionar al consumidor un producto vegetal (fruta y hortaliza) muy parecido al fresco, con una vida útil prolongada y al mismo tiempo garantizar la seguridad de los mismos, manteniendo una elevada calidad nutritiva y sensorial. También tienen como ventajas la reducción del espacio durante el transporte y almacenamiento, menor tiempo de preparación de las comidas, calidad uniforme y constante de los productos durante todo el año, posibilidad de inspeccionar la calidad del producto en la recepción y antes del uso y a menudo son más económicos para el usuario debido a la reducción de desperdicios.
Efecto del procesado mínimo sobre el contenido de compuestos bioactivos
La influencia de las operaciones de procesado, cortado, lavado, envasado y conservación sobre el contenido en constituyentes bioactivos ha sido un tema de gran interés por parte de los investigdores. Dentro de las operaciones de procesado como el pelado y sobre todo el cortado poseen una elevada influencia en el contenido de compuestos bioactvos. Un ejemplo característico es el brócoli, el cual durante el procesado se degradan los glucosinatos debido a la presencia de la enzima mirosinasa. Los principales cambios en cuanto a la calidad de los productos en IV gama que causan el deterior son: la oxidación de los lípidos y el pardeamiento no enzimático durante el almacenamiento del producto procesado, dando lugar a un cambio de color y sabor. La oxidación de los lípidos está influenciada por la luz, el oxígeno, y la temperatura, por lo tanto son factores que hay que tener en cuenta. Sin embargo, contrariamente a lo esperado, de forma general se ha comprobado que el procesado en IV gama tiene un mínimo impacto en la reducción del contenido en antioxidantes y otros compuestos bioactivos tanto en frutas como en hortalizas. En general, el deterioro en la calidad visual tiene lugar con anterioridad a que se produzcan pérdidas significativas en el contenido nutricional.
Así por ejemplo, en estudios realizados en fruta en IV gama incluyendo piña, mango, melón cantaloupe, sandía, fresa y kiwi, observamos pérdidas =5% en el contenido en vitamina C en la mayoría de las frutas estudiadas, excepto en melón donde se detectó un 25% de reducción en el fruto cortado respecto al producto sin procesar tras 9 días de conservación a 5 °C Sin embargo, no se observa cambios en el contenido en carotenoides en kivi y sandía de IV gama, mientras que en piña se observaron unas pérdidas del 25%, cuando se comparó con el fruto conservado entero en las mismas condiciones. Por otro lado, los compuestos polifenólicos fueron los antioxidantes más estables, sin que se observaran pérdidas o cambios importantes debidas al procesado o la conservación.