La importancia adquirida por la siembra de variedades de cebada de dos carreras en toda la geografía aragonesa, tanto en siembras de otoño como tardías, y el cultivo de trigo duro en la provincia de Zaragoza, impulsó al Departamento de Agricultura, Ganadería y Montes de la D.G.A. a realizar los estudios pertinentes para intentar resolver los problemas derivados de la lucha contra el vallico y la avena loca en estos cultivos.