El consumo de ecológico ha crecido un 40% sobre las categorías tradicionales vegetarianas

Navarra, Castilla y León y Galicia se encuentran entre las comunidades con una dieta más saludable, mientras que Extremadura, Andalucía y Castilla la Mancha entre las que menos. Las referencias más saludables ya representan el 48% del total de consumo de refrescos de cola.

Fecha: 15-Oct-2019

Uno de los casos que el estudio contempla es el de las bebidas refrescantes. En el caso de la cola, su consumo ha descendido en más de un 1% durante 2018. Las referencias más saludables ya representan el 48% del total de consumo de refrescos de cola, donde se observa un continuo crecimiento de las versiones light y zero, especialmente la referencia zero sin cafeína. En la categoría del pan de molde, se observa una apuesta por los productos integrales que hacen crecer estas referencias y alcanzar un tercio del consumo.

En las galletas, se observa un crecimiento del 5,5% en el consumo de las versiones saludables (integrales o dietéticas), en detrimento de las versiones convencionales que disminuyen medio punto. En el sector de la leche, en cambio, hay un estancamiento de las versiones semidesnatada y desnatada, debido a la madurez en el proceso de transición. En este sector, la demanda saludable se dirige hacia las leches especiales, donde el crecimiento viene liderado por la leche sin lactosa.

Por otro  lado, la demanda de los frescos vinculados a la alimentación saludable (frutas, verduras o pescado) ha sido irregular debido al aumento de los precios en dichas categorías. El único segmento que ha presentado un claro aumento del consumo ha sido la alimentación ecológica, que ha incrementado un 40% sobre las categorías tradicionales de alimentación vegetariana.

¿QUÉ COMUNIDAD AUTÓNOMA COME MÁS SALUDABLE?

Por otro lado, el estudio recoge el consumo de productos saludables de las distintas Comunidades Autónomas. Los andaluces presentan una capacidad de compra inferior al 12% de la media española, pero su consumo de bebidas refrescantes y gaseosas está por encima del 24,3% de la media. Los aragoneses, en cambio, apuestan por una dieta más saludable con un consumo de hortalizas frescas un 30,3% por encima de la media nacional.

Asturias también tiene una lista de la compra con alimentos saludables, todos ellos por encima de la media nacional, especialmente la leche cuyo consumo es casi el 30% mayor que en el resto del país. La industria alimentaria de la leche y sus derivados representa casi el 60% del total de la industria asturiana. Asimismo, los asturianos presentan consumos de alimentos no saludables muy por debajo de la media española: -9% en el caso de las bebidas refrescantes y gaseosas, -19% para los platos preparados.

En Cantabria está muy desarrollado el sector de la pesca, con prácticamente 60 empresas conserveras de anchoas y 6 empresas de acuicultura marina con importantes producciones de dorada, rodaballo, lubina y ostión. En este sentido, el gasto del consumo en pesca es del 30%, muy superior a la media nacional. Asimismo, la dieta saludable de los cántabros también pasa por un bajo consumo de refrescos, que está en un 28% por debajo de la media nacional.

En Castilla la Mancha, el gasto per cápita en alimentación es un 12% más bajo que la media nacional. El consumo de refrescos es muy elevado, por encima del 32% a la media, que muestra una dieta menos saludable. En cambio, Castilla y León apuesta por una dieta saludable y tradicional. El consumo de refresco está en menos el 21% de la media y los platos preparados en menos 20%.

En Cataluña, se consumen hortalizas y frutas frescas, 18% y 7%, respectivamente, por encima del consumo nacional. Sin embargo, es destacable el elevado consumo de comida preparada, un 34% por encima de la media nacional, característico de las zonas urbanas. Extremadura es la comunidad que menos gasta en alimentación, un 20% menos que la media. Para seguir una dieta saludable, los extremeños deberían aumentar el consumo de aceite (está un 21% por debajo de la media nacional), de pescado y de carne (en ambos casos están un 20% por debajo del consumo en España).

En Galicia, el gasto en alimentos está un 8% por encima de la media, y consumen sus recursos naturales, con especial énfasis al sector pesquero, que aporta el 2,1% de PIB gallego. En las Islas Baleares, las aguas embotelladas y bebidas embotelladas – debido a la sequía- y la panadería y pastelería suponen el 42% de las ventas del sector. El consumo de bollería es el 20% superior a la media de España y los refrescos del 16%. Esta tendencia es parecida a la de las Islas Canarias en el elevado consumo en refrescos (16% por encima de la media nacional), y el bajo consumo de pescado (27% por debajo de la media nacional), derivado probablemente del poco desarrollo que la subsector presenta en esta región.

En Madrid, la dieta es equilibrada pero también abusa de los platos preparados como en Cataluña. En Murcia, el consumo de refrescos fue superior a la media nacional en un 9%, y por otro lado el consumo de productos sanos fue bajo, como es el caso de del pescado, un 12% inferior a la media nacional. Sin embargo, en Navarra su gasto en comida es muy saludable siguiendo las bases de la dieta mediterránea, a pesar de la distancia. Tiene un elevado consumo en frutas y hortalizas frescas (un 21% y 22% superior a la media nacional respectivamente, así como un bajo consumo en refrescos (un 30% menor al total del país).

En el País Vasco, la dieta es muy saludable, aunque quizás las cantidades son excesivas. Desde el punto de vista de la salud, el gasto en refrescos en un 30% inferior a la media nacional, y el gasto en pesca y frutas frescas son respectivamente un 27% y un 18% superiores a dicha media.

En la Comunidad Valenciana el gasto alimentario por cápita está ligeramente por debajo -2% inferior- de la media nacional. Este gasto se traduce en una dieta saludable, donde se podría hacer un mejor aprovechamiento de los recursos naturales si se aumentara el consumo de fruta fresca y pescado.

CUATRO TIPOS DE CONSUMIDORES SALUDABLES

El estudio también establece cuatro tipos de consumidores saludables. Por un lado, los eco-conscientes, que piensan que pueden cambiar el mundo a través de sus acciones y están comprometidos con su comunidad. “Los consumidores eco-conscientes buscan alimentos con un etiquetado ecológico que incluye las siguientes posibilidades: comercio justo, producido de forma sostenible, amigable con el medio ambiente”, explica la profesora Irene Vilà, autora del estudio.

Los consumidores “bueno para mi” que se preocupan por su salud, y quieren alimentos naturales, ecológicos y con etiquetas que provienen de organizaciones de confianza. Los entusiastas del fitness que están muy motivados por el fitness. Casi el 80% de los entusiastas del fitness invierten más de 15 minutos en preparar su comida. “Prefieren la comida preparada en casa, y de forma excepcional piden comida por encargo o para llevar a casa. Tienen preferencia por aquellos supermercados que ofrecen kits de comida semi-preparada fácil de hacer”, señala Vilà.

Por último, los LOHAS, cuyas siglas en inglés significan “estilo de vida saludable y sostenible”, se caracterizan por ser personas con un interés muy fuerte en el consumo saludable, ético y responsable. Los LOHAS buscan aquellos platos denominados “Kilómetro cero”, o “de proximidad”; es decir, que provienen de granjas o cultivos cercanos.