Asimismo, ambas instituciones han publicado en un libro el resumen de un seminario de trabajo en el que se hace una revisión del estado actual de los bancos de germoplasma de la red del COI; se define un protocolo para la gestión y catalogación de los cultivares de olivo de la red del COI; se presenta el estado del proyecto THOC (True Healthy Olive Cultivars), y sus actividades planificadas; y, además, hace una propuesta de nuevas actividades conjuntas.

La catalogación de los cultivos de olivo existentes en el mundo ha sido un desafío permanente desde la época de los autores grecorromanos clásicos y en la actualidad, esta catalogación, ha sido un objetivo permanente en todos los países olivareros. Sin embargo, su desarrollo ha cambiado drásticamente en los últimos 50 años.

Según el COI, el problema es la confusión permanente entre denominaciones y olivares autentificados correctamente designados. El peligro está en la propagación de olivares no conformes y enfermedades devastadoras junto con el material vegetal comercializado. Para superar tales peligros y confusión, el principal criterio a aplicar debe ser la singularidad de cada olivo.

Por tanto, la producción de plantas fieles a su tipo y libres de plagas y enfermedades según el protocolo de la EPPO (European and Mediterranean Plant Protection Organisation) se ha convertido en una obligación para el sector oleícola. Para abordar este problema, varios países están revisando sus protocolos de certificación de plantas. La red de bancos de germoplasma del Consejo Oleícola Internacional (COI) requerirá el intercambio de material vegetal sano y compatible entre los bancos miembros.

Los seminarios presentes y futuros de la red de bancos de germoplasma del COI tendrán como objetivo discutir y llegar a acuerdos sobre protocolos de identificación de olivos y olivares.