Bajo el título CuteSolar: cultivando el sabor de Europa en invernaderos solares, la campaña tendrá una duración de tres años, desde el actual 2020 y hasta 2022, se desarrollará en los mercados de España, Alemania y Bélgica, y contará con una inversión total de más de 1,5 millones de euros, cofinanciados por la Unión Europea y las organizaciones que impulsan este programa: la Asociación de Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas de Andalucía (APROA), la Organización Interprofesional Española de Frutas y Hortalizas (HORTIESPAÑA) y la Asociación Europea de Frutas y Hortalizas (EUCOFEL).

El objetivo del programa es informar a los consumidores europeos de las características específicas de los métodos de producción agrícola en invernaderos solares, especialmente en aspectos clave como la sostenibilidad y el respeto al medio ambiente y la seguridad, calidad y trazabilidad de los cultivos, destacar la calidad, variedad y frescura de las frutas y hortalizas cultivadas bajo abrigo y, además, aprovechar este altavoz público para desterrar una serie de falsos mitos y percepciones erróneas que existen en torno a estos métodos de producción.

“Este sector ha experimentado una notable evolución durante la última década, cuya innovación en técnicas y tecnologías ha revertido en métodos de producción más eficientes, sostenibles y respetuosos con el medio ambiente, así como en la obtención de frutos que destacan por su notable sabor y calidad y en el desarrollo económico del sudeste español y es importante que el consumidor lo sepa. Todos estos cambios han permitido a esta zona productiva mantener el liderazgo en el sector con la obtención de hortalizas de gran calidad”, comenta Francisco Góngora, presidente de HORTIESPAÑA.

Los invernaderos solares en España

Según los datos que manejan las organizaciones impulsoras de la campaña, España se sitúa como uno de los principales proveedores de productos hortícolas dentro de la Unión Europea gracias, en gran medida, al aporte de la horticultura andaluza, que se concentra en la costa de Almería y Granada.

El modelo de producción intensiva de invernaderos produce 4,5 millones de toneladas de hortalizas —principalmente tomate, pimiento, pepino, berenjena, calabacín, melón y sandía—, de las que el 75 % se exporta a la Unión Europea, fundamentalmente a Alemania (28 %), Francia (16 %), Reino Unido (15 %) y Países Bajos (10 %).

De este modo, a través de un tipo de producción sostenible y respetuosa con el medio ambiente se suministran alimentos saludables a 500 millones de habitantes en épocas donde la producción continental no es viable, lo que contribuye a la autonomía alimentaria de la Unión Europea en un contexto global de aumento demográfico y escasez de superficie de cultivo.