Claves para conservar y potenciar el sabor de las frutas y hortalizas en invierno

Hace años nadie pensaba en disponer de unos buenos tomates en invierno o de una sandía sin pepitas en primavera. Sin embargo, los avances técnicos que han tenido lugar en la industria alimentaria, junto a la facilidad de intercambio de productos a nivel global han permitido poner en el mercado casi todos los alimentos en cualquier época del año.

Fecha: 03-Dec-2020

Tags: frutas , hortaliza

Como por ejemplo, ocurre con la producción de los invernaderos solares del Sur de Europa, en Almería y Granada, la llamada huerta de Europa que proporciona alimentos saludables a 500 millones de habitantes en periodos donde la producción continental no es viable debido a las bajas temperaturas y a la falta de luz. Sin embargo, algunos consumidores tienen la errónea impresión de que el invernadero acelera o induce la maduración provocando la falta de sabor en las frutas y hortalizas cuando, de hecho, existen muchas apreciadas variedades cultivadas mediante este sistema que son famosas precisamente por su sabor, como el tomate Raf, los pimientos dulces, el melón piel de sapo o la amplia gama de hortalizas minis.

Las frutas y hortalizas en invierno

Por ello, desde el programa CuteSolar, impulsado por los principales productores de frutas y hortalizas de invernadero han querido ofrecer una serie de consejos para ayudarnos a conservar y potenciar todo el sabor de las frutas y hortalizas en invierno.

Tomates. Aunque los tomates se conservan mejor en la nevera —sobre todo si hay una temperatura alta en el exterior—, lo cierto es que el frío afecta a su sabor degradándolo y haciéndolo más insípido. También altera su textura, rompe las membranas en el interior de las paredes de la fruta y la pone harinosa. En invierno podemos dejar los tomates a temperatura ambiente o, si optamos por conservarlos en la nevera, será conveniente sacarlos 24 horas antes de consumirlos, ya que las bajas temperaturas se encargan de descomponer las sustancias que contribuyen a potenciar el aroma o el sabor. Si elegimos mantenerlos a temperatura ambiente deberemos hacerlo en un lugar oscuro y seco, y separados de otras frutas y hortalizas, porque los tomates emiten etileno, gas natural que producen algunas frutas y verduras y que es el responsable de acelerar el proceso de maduración.

Pimientos, berenjenas, pepinos y calabacines. Soportan mejor el frío que el tomate, por lo que pueden permanecer en la nevera. Para asegurar una correcta conservación es conveniente separar cada tipo de producto en una bolsa de papel que absorba la humedad y retrase la descomposición de la hortaliza. Si optamos por dejar estos productos a temperatura ambiente conseguiremos alargar su vida envolviéndolos íntegramente en papel film, de este modo, los mantendremos separados de otros productos que emitan etileno.

Melón y sandía. Para conservar mejor el sabor y los aromas de estas frutas, lo más recomendable es no almacenarlas en la nevera, a menos que las cortemos. De ser así, lo mejor es envolverlas en papel film para evitar su oxidación. Tanto el melón como la sandía son frutas que siguen madurando una vez han sido recolectadas, con lo que siguen produciendo etileno, por eso es recomendable mantenerlas separadas del resto de las frutas y verduras.