¿En peligro las pequeñas fincas de olivos en España?

La competencia internacional en el sector del aceite de oliva —que inevitablemente conduce a más aceite de oliva producido en todo el mundo—, junto con una caída relativa del consumo y el estancamiento de los precios en España, hace que sea difícil para los pequeños productores nacionales mantener su posición en el mercado.

Fecha: 19-Jun-2019

Tags: olivar

Es la principal conclusión de un estudio realizado para Diageo por el consultor estratégico Juan Vilar y titulado Salvemos el buen aceite, que recoge la publicación especializada estadounidense Olive Oil Times, que sugiere que alrededor de 240.000 pequeñas fincas actualmente dedicadas a la producción de aceite de oliva en España podrían desaparecer en los próximos diez años.

El estudio, que se centra en los principales territorios productores de aceite de oliva de España —Andalucía , Castilla La Mancha, Valencia, Aragón y Cataluña— resalta que unas 130.000 hectáreas de cultivo tradicional del olivo ya se han abandonado en estas zonas.

Nuevos olivos por todo el mundo
La explicación de este declive se encuentra en los números del propio mercado internacional del aceite de oliva, con un total de sesenta y cuatro países productores actualmente en el mundo, en comparación con los cuarenta y seis países que lo hacían hace quince años. En total casi 12.000.000 de hectáreas en todo el planeta están cubiertos de olivos, y cada segundo hay, de media unos diez nuevos olivos que se están plantando en algún lugar del planeta. Además, casi el cuarenta por ciento de la cantidad total de aceite de oliva proviene de la agricultura intensiva, que produce casi el cincuenta por ciento más que la agricultura tradicional y, además, a la mitad del costo.

Esta expansión de la tierra cultivada con olivos y, por lo tanto, aumento de la producción de aceite de oliva, crea un lógico desequilibrio entre la oferta y la demanda a nivel mundial, ya que se produce más aceite de oliva que el que se consume.

Y es que, si bien el consumo global total ha aumentado un 6,4% durante los últimos nueve años, según el estudio se ha producido un recorte en mercados maduros como España, Italia y Grecia, donde los consumidores han reducido su consumo de aceite de oliva en un 16% por ciento en promedio, lo que se traduce en 286.000 toneladas colectivamente. Mientras tanto, los aumentos en el consumo en otros mercados como Alemania, Francia y Estados Unidos, se han desacelerado durante el mismo período.

En ese sentido, el superávit estimado en la producción de aceite de oliva —entre uno y dos millones de toneladas cada año— conducirá a precios más bajos en la mayoría de los mercados, incluida España, donde los precios actuales están por debajo de todos los demás países productores del mundo.

“Es posible y necesario revertir esta situación, pero se requiere el compromiso de los agentes del sector para mantener un tipo de olivar que tiene un importante papel social, económico y ambiental”, asegura el autor del estudio, Juan Vilar.