La carne de bovino es un alimento que se ha asociado frecuentemente con enfermedades de transmisión alimentaria y de ello dan cuenta los brotes y escándalos de pasado. Una de las competencias de los veterinarios es proteger los intereses del sector y mediante nuestro apoyo conseguir que la obtención de este producto sea de la mayor calidad en todos los aspectos posibles, sobre todo la calidad sanitaria del mismo.