Sariñena vuelve a quedarse sin agua potable

Han sido detectados dos tipos de plaguicidas.

Fecha: 04-Jul-2018

Fuente: Desde Monegros

Los vecinos de Sariñena vuelven a estar sin agua potable. Los análisis rutinarios han desvelado la presencia de dos tipos de plaguicidas, que, al parecer, coinciden con los compuestos habituales de los productos utilizados en el tratamiento de los campos de maíz.

El consistorio ha utilizado el bando móvil así como la colocación de diferentes carteles para advertir de la situación. El agua ni se puede beber ni utilizar para cocinar. Sí que está permitido su uso para el aseo, según ha aclarado el alcalde del municipio, Francisco Villellas, que ha sido informado de los resultados por los técnicos del departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón. El problema afecta al núcleo de Sariñena, que suma unos 3.500 habitantes, así como al Barrio de la Estación.

Según el primer edil, los valores «no son alarmantes». «No obstante, hemos preferido ser precavidos y desaconsejar el consumo», ha señalado. Los resultados definitivos de los análisis realizados llegarán el próximo lunes. A partir de allí, la prioridad es encontrar el foco del problema y para ello, está previsto tomar nuevas muestras en los puntos de captación, la balsa de almacenamiento y la red de distribución principal. «El proceso se alargará varios días, al menos, hasta el próximo miércoles», ha explicado el primer edil.

En noviembre de 2016, tuvo lugar una situación similar, que se prolongó alrededor de una semana. En ese momento, también fueron detectadas dos sustancias, metolacloro, que es un herbicida utilizado en varios cultivos, y trihalometanos, que aparece por la fermentación de la materia orgánica. El problema fue achacado a la baja calidad del sistema de captación. De hecho, Sariñena suele suministrarse de la acequia Valdera, que discurre a cielo abierto y además, presenta una mala cimentación, lo que conlleva el arrastre de tierra así como de otras sustancias. A ello, hay que unir la cercanía de la balsa de almacenamiento con las deshidratadoras.

Según el primer edil, la solución puede estar en el cambio de captación, sustituyendo la acequia Valdera por las infraestructuras del sector XI. La toma ya está lista y únicamente, resta la canalización hasta la balsa, que supondría una coste de alrededor de400.000 euros. El proyecto está redactado y precisamente, recibió la pasada semana el visto bueno del departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón, según detalla Villellas. Ahora bien, el problema está en el elevado coste. Para su financiación, el equipo de gobierno confía en el apoyo del Instituto Aragonés del Agua, al que mantiene informado de los avances realizados así como de la «urgente» necesidad de realizar esta inversión. «La obra prevista acabaría con estos episodios y además, mejoraría la calidad del agua, ya que muchas veces tenemos problemas de turbidez», añadió el primer edil.