La revista Tierras analiza el futuro de la protección de cultivos en el webinar '2020 Año Internacional de la Sanidad Vegetal'

En el evento participaron los técnicos Adriana Guerra (Corteva), Carlos Bayón (K+S) y Carlos Palomar (Aepla), con la colaboración especial del Catedrático de la Universitat de Lleida y experto en malherbología, Jordi Recasens.

Fecha: 08-Jun-2020

Fuente: Interempresas

La revista Tierras, en colaboración con Aepla, Corteva Agriscience y K+S, organizó el día 28 de mayo un webinar sobre el futuro de la protección de cultivos en el marco del Año Internacional de la Sanidad Vegetal. El seminario online fue seguido en directo por un elevado número de personas que mostraron un gran interés por la temática del encuentro.

El equilibrio entre la sanidad de los cultivos, el respeto al medio ambiente y la salud de los consumidores es un objetivo prioritario y de plena actualidad, más si cabe tras la presentación de la estrategia europea De la Granja a la Mesa, que pretende acelerar los cambios en la actividad agrícola con el fin de alcanzar los objetivos de sostenibilidad contenidos en la futura PAC.

La transferencia de conocimiento en la investigación aplicada a la protección de cultivos

El encuentro, moderado por Alejandro de Vega, redactor de Tierras, comenzó con la presentación del profesor Recasens que puso en contexto la estructura de la investigación en sanidad vegetal que se desarrolla actualmente en España.

En su disertación destacó la importancia de la transferencia al definirla como "el engranaje necesario para que el sector agrícola pueda aprovechar los resultados de la investigación". En el sistema 'tradicional' la investigación parte de arriba hacia abajo (top-down), lo que según Recasens "puede que no esté funcionando del todo bien y muchas veces los agricultores observen nuestro trabajo con cierta perplejidad".

Frente a esto, en los últimos tiempos ha surgido la corriente que propugna un modelo de investigación que nace desde abajo hacia arriba (bottom-up), fomentada por la casuística y la problemática que experimentan los agricultores en su día a día. De esta forma, los investigadores podrían adecuar su trabajo de forma más precisa con la finalidad de contribuir a mejorar el tiempo de respuesta y las soluciones a problemas que afectan directamente al desempeño de la actividad agrícola.

En este sentido, Jordi Recasens aludió a la filosofía transdisciplinar que se está empezando a contemplar como una alternativa intermedia entre estos dos sistemas, y en la que habría una mayor "lateralidad" que permitiría la participación activa de más protagonistas (administraciones, agentes sociales, consumidores, etc.) durante el planteamiento y desarrollo de los trabajos de investigación en sanidad vegetal.

Un manejo innovador del mildiu en viña

La charla introductoria dio paso a la primera de las ponencias técnicas, a cargo de Adriana Guerra, técnico especialista en Corteva Agriscience del portafolio fungicida y herbicida en cultivos hortícolas, arroz, frutales y vid para España y Portugal, con 14 años de experiencia profesional en márketing y ventas en el ámbito de la protección de cultivos.

En su presentación, ofreció un nuevo enfoque sobre el tratamiento del mildiu en el cultivo de viña. Este es uno de los principales problemas fitosanitarios del cultivo, debido a que ataca a todos los órganos de la vid. Es además un hongo con un ciclo de vida bastante complejo que puede ocasionar pérdidas "de hasta el 50% de la cosecha".

La experta de Corteva analizó las especificaciones técnicas del nuevo fungicida Zorvec Vinabria, una solución que va a permitir a los viticultores efectuar un manejo "innovador" del mildiu basado en la materia activa Zorvec active. Guerra resaltó que se trata de un fungicida con un "novedoso modo de acción bioquímico con actividad sistémica".

Este producto tiene la característica de no generar "resistencias cruzadas" y atesorar un "óptimo perfil medioambiental y de seguridad" para el usuario. Además, es un fitosanitario que aporta una "elevada eficacia de control de mildiu con total selectividad al cultivo, la máxima protección en los momentos de mayor sensibilidad a la enfermedad y permite obtener unas cosechas de la máxima calidad".

 

La nutrición de las plantas y su efecto sobre la sanidad vegetal

Seguidamente intervino Carlos Bayón, responsable técnico-comercial de fertilizantes para España y Portugal en la empresa alemana K+S. Su intervención estuvo centrada en la 'Influencia del Potasio (K) y Magnesio (Mg) en el estado fitosanitario de la planta'.

Comenzó explicando que el magnesio es el "ion central de la clorofila" y por tanto el elemento responsable del color verde de las plantas, cuya carencia puede causar clorosis en los cultivos. Por otro lado, el potasio estaría asociado a conseguir un mayor tamaño, calidad y producción en las cosechas. Son dos nutrientes "a tener en cuenta a la hora de optimizar el estado sanitario de las plantas", confirmó Bayón.

La causa del déficit de Mg en los cultivos suele producirse por el bloqueo provocado por el Calcio, aunque en muchas ocasiones es debido a que "no se aporta al cultivo". El técnico de K+S profundizó en la idea de que en los cultivos hortícolas, "la cantidad de potasio que necesita la planta es a veces superior a la de nitrógeno, y lo mismo ocurre con la demanda de magnesio que puede estar por encima de la de fósforo".

Carlos Bayón resaltó que una fertilización equilibrada es el "requisito básico para lograr un alto rendimiento, calidad y plantas saludables". También quiso recordar que existen diferentes tipos de estrés que amenazan la eficiencia en la producción agrícola (altas temperaturas, sequía...), pero explicó que se pueden mitigar con "un suministro adecuado de K, Mg, S y oligoelementos" especialmente en suelos calizos y para zonas o momentos con índices de estrés altos. En defintiva, se trata de conseguir un "efecto protector" a través de una correcta fertilización lo que facilita "ahorrar gasto en tratamientos fitosanitarios".

El sector de los fitosanitarios demanda una regulación más favorable para seguir innovando

La última charla del webinar corrió a cargo de Carlos Palomar, director general de Aepla, Asociación Empresarial para la Protección de las Plantas. Inició su alocución enumerando los retos que el sector de la protección vegetal y los fitosanitarios tiene por delante, destacando en primer lugar la necesidad de contar con profesionales "preparados y cualificados para atender los problemas fitosanitarios actuales". Al mismo tiempo quiso subrayar que la imagen del sector agroalimentario se ha visto "reforzada" durante el confinamiento por su papel esencial para la sociedad.

Seguidamente se refirió al desafío que supone desarrollar materias activas en "plazos adecuados de tiempo", ante la presencia de nuevas plagas y enfermedades que aparecen todos los años. En este sentido hizo alusión a los plazos tan amplios que marca la normativa española y europea para el registro de materias activas pero que aun así "deben respetarse", así como a la inversión necesaria para lanzar un nuevo producto (materia activa) al mercado, que actualmente se sitúa entre los 250 y 300 millones de euros, según confirmó Palomar.

En estos momentos, para el director de Aepla lo fundamental es "acompasar" la aparición de nuevos problemas sanitarios con el desarrollo de la innovación, con el propósito de disponer de herramientas fitosanitarias "eficaces y adaptadas a los nuevos retos". A día de hoy, los nuevos productos que salen al mercado lo hacen a un ritmo de 2-3 por año, "cuando hace no tanto teníamos del orden de 10 materias activas nuevas todos los años", concretó.

No faltó tampoco una alusión a la nueva estrategia 'De la Granja a la Mesa' presentada por la CE. En opinión de Carlos Palomar, se trata de un enfoque "anticuado y caprichoso que no tiene en cuenta los progresos que han logrado los agricultores en materia de eficiencia en la aplicación de fitosanitarios durante los últimos años". Para el director de Aepla se trata de "una nueva vuelta de tuerca" que marca unas restricciones de uso a productos fitosanitarios pero "solo a nivel cuantitativo y sin valorar el alto nivel de seguridad que tienen los productos actuales".

A modo de resumen, señaló los factores que a su juicio van a ser "determinantes" en los próximos años para mantener la productividad y la eficiencia de nuestro sistema agroalimentario. La agricultura digital, de precisión y la de conservación, las nuevas herramientas de sanidad para las plantas y de edición genética para la obtención de nuevas variedades vegetales, así como un marco regulatorio "favorable" para fomentar la innovación en este sector. Sin estos factores, el director de Aepla considera que no será posible alcanzar "el grado de innovación que va a requerir la sanidad vegetal en los próximos años".

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La sanidad vegetal del futuro

En el turno de preguntas, los cuatro expertos respondieron a las dudas de los asistentes al webinar, además de expresar su opinión sobre el futuro de la sanidad vegetal. Adriana Guerra, en primer lugar, destacó la importancia que va a tener en los próximos años la figura del asesor técnico en las explotaciones, junto al concepto de "medicinas para las plantas" como filosofía para "personalizar" los tratamientos en función de cada problema.

Carlos Bayón recordó que en el ámbito de la fertilización también ha cambiado la regulación y se han endurecido las normas, y vislumbra la importancia de la eficiencia y el carácter cada vez más "preventivo" en las aplicaciones de fitosanitarios.

Por otro lado, para Jordi Recasens es primordial que el sector agroalimentario sea considerado "estratégico" para que "la innovación y la investigación no se detengan y cuenten con más medios". Asimismo coincidió en que el papel del asesor va a ser "clave" en los próximos años.

Finalmente, Carlos Palomar sugirió que quizás en 10 años lleguemos a utilizar un 50% menos de fitosanitarios "pero no por haberlos prohibido, sino porque se alcance una máxima optimización y eficiencia en su aplicación mediante el uso de la nuevas tecnologías que están evolucionando a un ritmo cada vez mayor".