La FEV presentó sus retos a medio plazo en un nuevo Plan Estratégico 2019-2024

El director general de la Federación Española del Vino (FEV), José Luis Benítez, presentó el pasado jueves 4 de abril, durante la celebración de la Asamblea General de la organización, celebrada en Galicia, los seis ejes del nuevo Plan Estratégico que la patronal de la industria del vino ha diseñado para el periodo 2019-2024.

Fecha: 09-Apr-2019

Estos ejes o retos estratégicos se basan en el aumento del valor; en la mejora de la rentabilidad; en la sostenibilidad integral, en el refuerzo interno de la propia FEV; en avanzar en la vertebración sectorial, y en potenciar la investigación y la innovación (I+D+i).

Como señaló Benítez, son fruto de un trabajo interno de diagnóstico y reflexión llevado a cabo por la FEV, que ha contado además con la colaboración de un grupo de trabajo de socios de esta Federación y de otro grupo de expertos de fuera de esta organización.

De cada eje o reto estratégico se derivan una serie de objetivos y acciones para cuya consecución será necesaria la colaboración e implicación de las autoridades y de otras entidades sectoriales, como reconoció el director de la FEV durante su presentación.

Primer eje o reto estratégico: “Puesta en valor del vino español dentro y fuera de nuestras fronteras, asegurando la demanda presente y futura” incluye dos objetivos como son la mejora de la imagen del vino español y el asegurar un entorno internacional favorable a la competitividad de las bodegas.

Entre las acciones del primer objetivo de este reto, el Plan Estratégico propone proseguir con el desarrollo de campañas de comunicación, a través de la interprofesional OIVE, que aseguren el relevo generacional en los consumidores y la incorporación de los jóvenes al mundo del vino.

También crear un argumentario sobre los valores/beneficios del vino como sector para la sociedad (social, económico, cultura, medioambiental) y, en coordinación con otros actores relevantes, coordinar y desarrollar planes específicos para el impulso del enoturismo en España.

Asimismo, potenciar la vertiente cultural en la comunicación del vino, mediante la colaboración estratégica con actores relevantes en este ámbito; promover actividades de promoción del vino español en el exterior, en el ámbito de la gastronomía, en colaboración con el ICEX y la OIVE, así como impulsar acciones de formación sobre el vino en distintos ámbitos: hostelería, gestión de empresa vitivinícola, y en ámbito universitario y escolar.

A la vez, dentro de este mismo primer reto de plantea desarrollar un mecanismo de autocontrol sectorial para luchar activamente contra el fraude y la confusión del consumidor.

Y, por último, valorizar los graneles, trabajando para enfocar las subvenciones de la industria vitivinícola hacia producción de calidad y valor; promoviendo un cambio en la comunicación de los datos para aislar el envasado del granel y evitar distorsiones de imagen, y potenciando la innovación para generar productos de mayor valor añadido a partir de los excedentes de volumen de vino.

En el segundo objetivo dentro de este primer reto estratégico se incluyen las acciones de luchar contra las barreras comerciales, en colaboración con el CEEV (Comité Europeo de Empresas del Vino) y otras instituciones, así como abogar por la inclusión del vino en los acuerdos comerciales de la UE con terceros países y la defensa de las prioridades del sector, en colaboración también con el CEEV.

Rentabilidad

Segundo eje o reto estratégico: “Aumento de la rentabilidad en toda la cadena de valor a través de la mejora del entorno en el que operan las bodegas” e incluye como objetivos garantizar el posicionamiento del vino en la nueva PAC y la UE, con acciones como fomentar una mayor armonización legislativa en el mercado interior europeo; trabajar en la renovación, mantenimiento y mejora de los programas nacionales de apoyo (PNA) a partir de 2023, fomentando la inclusión de medidas de sostenibilidad medioambiental; promover la regulación del vino desalcoholizado y parciamente desalcoholizado; fomentar la eliminación de barreras físicas y técnicas que limitan la libre circulación del vino en la UE, e impulsar mejoras sobre el etiquetado y la información al consumidor.

Otro de los objetivos en este segundo reto es defender los intereses del vino en la legislación nacional, a través de acciones como asegurar el encaje de nuevos productos en la legislación, de acuerdo al interés de sus socios; fomentar una mayor armonización legislativa a nivel nacional; revisar los criterios de priorización de subvenciones y autorización de plantación para permitir o facilitar el acceso a las bodegas; defender el mantenimiento del “statu quo” fiscal (impositivo) y avanzar en la armonización del sistema de declaraciones (simplificación administrativa), así como promover la diferenciación normativa del viñedo en función del destino de la uva.

Un tercer objetivo es reforzar la relación entre los distintos eslabones de la cadena de valor vitivinícola, a través de acciones como establecer canales de diálogo permanentes (hostelería, cadenas convencionales y nuevas plataformas) y proponer cambios en la ley de la cadena para paliar la distorsión de la competencia entre operadores, así como otras acciones encaminadas a mejorar la competitividad de todos ellos.

En el ámbito de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), la FEV plantea acciones para garantizar la participación activa de la misma en la definición de las resoluciones técnicas que apruebe dicha organización multilateral.

Tercer eje o reto estratégico: “Garantizar la producción futura del vino y su legitimidad en la sociedad, mediante la sostenibilidad integral” e incluye objetivos como ser un sector referente en la lucha contra el cambio climático a nivel internacional, a través de acciones como reforzar y consolidar el esquema de WfCP (Wineries for Climate Protection) mediante el aumento de bodegas certificadas; fomentar el reconocimiento de WfCP en las políticas sectoriales y por parte de la distribución; promover nuevas iniciativas sectoriales para la mitigación y adaptación; implantar el Plan FEV de actuación contra el cambio climático en viñedo, así como facilitar vías de financiación empresarial para el desarrollo de acciones anteriores.

Comunicación y promoción

Otro de los objetivos es el desarrollo de una estrategia de comunicación coordinada y proactiva en materia de consumo y de Vino y Salud, mediante acciones como aplicar a nivel nacional, por parte de la FEV, la estrategia que se lleve a cabo desde el CEEV en materia de Vino y Salud; impulsar a través de la OIVE (con el apoyo de Fivin) la comunicación del vino como parte de una vida saludable en sentido amplio; defender la responsabilidad social, la autorregulación y la educación como herramientas en la lucha contra el consumo abusivo de alcohol, ante posibles iniciativas legislativas, así como dotar el programa WIN (Wine in Moderation) de mayor valor para las empresas adheridas, estudiando el posible desarrollo de una certificación en relación a su correcta aplicación.

El tercer objetivo dentro de este reto tercero es la promoción de la sostenibilidad en el sector del vino desde una visión amplia (económica, social, medioambiental y cultural), con acciones como identificar KPI’s de medición de sostenibilidad del vino español, a partir de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas; elaborar y difundir un manual de RSC con propuestas de acción y “best practices” de bodegas; trabajar en una comunicación basada en la sostenibilidad integral como un nuevo elemento de valorización de la imagen (pasar del vino barato al vino sostenible, así como promover la formación en empresas y asesoramiento por parte de la FEV para incrementar la concienciación interna de las bodegas.

Cuarto eje o reto estratégico: “Incremento de la notoriedad y refuerzo de la cohesión de la FEV”, con objetivos como asegurar la presencia y notoriedad en todo el territorio nacional y mejorar la representatividad, a través de acciones como realizar un nuevo plan para la captación de socios; realizar reuniones del COMEJE, Asambleas y Comités en distintas regiones; reforzar la coordinación y colaboración con las asociaciones regionales; incrementar la participación de la FEV en eventos y jornadas regionales propias o de terceros; optimizar la participación de la FEV en otras organizaciones, fomentando la implicación directa y la coordinación de los socios en las mismas, así como garantizar una interlocución estable con las Administraciones públicas y con el sector.

Otro objetivo es mejorar el nivel de satisfacción, implicación y notoriedad entre los socios, con acciones como desarrollar un plan de comunicación interno de la oferta de servicios, herramientas y actuaciones de la FEV; evaluar, actualizar y valorizar la cartera de servicios de la FEV, y dinamizar los comités y grupos de trabajo.

El tercer objetivo dentro de este reto es garantizar un adecuado funcionamiento de la FEV desde el punto de vista de estructura y organización, con acciones como evaluar y actualizar el modelo asociativo y realizar un “benchmark” (prueba o técnica para medir el rendimiento o comparativa de un sistema) sobre modelos de otras asociaciones.

Quinto eje o reto: “Avanzar en la vertebración sectorial”, cuyo fin es crear un entorno institucional y asociativo ordenado para la mejor consecución de los objetivos estratégicos, mediante acciones como la consolidación de la OIVE, a través de la aprobación de nueva extensión de norma y del papel de la FEV como principal interlocutor de las bodegas españolas; asegurar la adecuada canalización de iniciativas estratégicas de I+D+i (PTV), información de mercados (OEMV) y salud (Fivin) para el conjunto del sector a través de la OIVE, así como reforzar la relación de la FEV con los Consejos Reguladores de Denominaciones de Origen, impulsando una mayor coordinación a través de nuestros asociados presentes en los mismos.

Sexto eje o reto estratégico “Integración de la I+D+i como estrategia empresarial”: con el objetivo de garantizar la competitividad presente y futura mediante el desarrollo de nuevos productos y soluciones tecnológicos, con acciones como contribuir tanto a la definición y dinamización de nuevos proyectos estratégicos a través de la Plataforma Tecnológica del Vino (PTV), como a una mejor coordinación europea en el ámbito de la I+D+i a través del CEEV.