La exportación española hortofrutícola a países no europeos también descendió en volumen, un 27%, totalizando 228.815 toneladas, representado un 3% del total exportado por España en el primer semestre de 2020 que se elevó a 7,1 millones de toneladas.  Este retroceso se ha debido al retraimiento de los principales destinos: Brasil y Canadá.

Los envíos a Brasil en el primer semestre del año descendieron un 15% con relación al mismo periodo de 2019, totalizando 28,8 millones de euros, debido en gran parte a la caída de la exportación de ciruela por las barreras arancelarias impuestas esta campaña por la administración brasileña. En el primer semestre de 2020, las exportaciones de ciruela, procedentes en su mayor parte de Extremadura, han sido de sólo 50 toneladas frente a 1.747 toneladas del mismo periodo en 2019, según datos del Departamento de Aduanas procesados por FEPEX. En valor, las ventas de ciruela se han situado en 70.703 euros, frente a 2 millones de euros en el primer semestre de 2019.

 En el caso de Canadá, las ventas españolas se redujeron un 29% totalizando 31,8 millones de euros. Los mayores descensos han correspondido a las frutas, con 22 millones de euros, un 33% menos que en el primer semestre de 2019 y dentro de las frutas, los cítricos son los que más han reducido los envíos. En el caso de las hortalizas, las exportaciones se han reducido un 21%, situándose en 9,8 millones de euros, siendo las coles y el pimiento las que han mostrado mayores descensos.

Las ventas a países no europeos representaron sólo el 3% del total exportado por España en el primer semestre, que ascendió a 8.564 millones de euros. la UE representó el 93% el total con 7.966 millones de euros y el 7% se destino a países europeos no comunitarios, con 598,4 millones siendo Suiza con 223 millones de euros (+23%) y Noruega con 79 millones de euros (+32%) los primeros destinatarios.

Los datos del Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales de la Agencia Tributaria reflejan, para FEPEX, no sólo la dificultad de exportar a países no europeos, cuyo porcentaje de participación sobre el total de exportación no superan el 3- 4% según el periodo, sino también la dificultad de consolidar los mercados a los que ya se habían iniciado los envíos regularmente como ha sido el caso de Brasil.