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Marta García

29/05/14

La caída de la población de abejas amenaza la producción de sidra

La caída de la población de abejas, responsables de la imprescindible polinización de los pomares, amenaza seriamente la producción de manzanas y de sidra en la región. Así consta en un estudio realizado por Greenpeace en el que se concluye que este sector agroalimentario asturiano es el más afectado de toda España por el acusado retroceso del censo de abejas, con una vulnerabilidad que cifra en el 68%. El informe, que lleva por título "Alimentos bajo amenaza", pone de manifiesto que ya han sido varios los organismos internacionales que han alertado de que la población de estos insectos se encuentra en una situación de franco declive en todo el mundo. Además, llama la atención sobre el hecho de que la situación es especialmente grave para España, como potencia mundial en producción agrícola y de productos derivados de la miel y del polen.

En el análisis específico por comunidades autónomas, Greenpeace afirma que los sectores más amenazados son el sector frutícola de Asturias, con una vulnerabilidad del 68%, principalmente para la producción de manzanas y sidra, seguido de una vulnerabilidad del 64% para la producción de frutos secos en las Baleares, y del 39% para el sector hortícola madrileño. La formación ecologista advierte de que el declive de la población de abejas, que también afecta a otros insectos, pone en riesgo 2.400 millones de euros anuales en el conjunto del sector agrícola nacional, toda vez que hasta el 70% de los principales cultivos para consumo humano dependen de una correcta polinización.

Las regiones españolas que, según los datos aportados por Greenpeace, logran un mayor beneficio económico a causa de la polinización son Andalucía, (878 millones de euros), Cataluña (321 millones), Murcia (249 millones), Aragón (194 millones) y Extremadura (183 millones). En ese sentido, la formación ecologista de implantación internacional reseña que España es el segundo productor mundial de almendras, el tercero de fresas y el cuarto de melocotones y nectarinas. Se trata de cultivos muy vulnerables en el caso de que no haya polinización en los campos.

Luis Ferreirim, que es el reclamado del área de agricultura en Greenpeace, ha reclamado la puesta en marcha de planes específicos para salvaguardar las colmenas, planteando, por ejemplo, la prohibición de los 319 insecticidas que se han identificado como peligrosos para las abejas, así como el incremento hasta 7,6 millones de hectáreas -un tercio del total- la superficie dedicada a la agricultura ecológica en España.

"Las abejas son el termómetro de la naturaleza, nos están indicando que algo muy grave está pasando", subraya Ferreirim, tras apuntar que el sector apícola español registra mortandades de abejas de entre el 20% y el 40%, incluso superior en Galicia, donde el 56% de las colonias ha desaparecido.