La baja sincronía de un pequeño número de especies vegetales favorece la estabilidad en los ecosistemas del mundo

Científicos de más de 20 centros de investigación han analizado a escala global los distintos factores que intervienen en la estabilidad de las comunidades vegetales. En ecología, el concepto de estabilidad se refiere a la respuesta frente a los cambios, que hace posible la coexistencia de las especies a lo largo del tiempo.

Fecha: 10-Sep-2020

Fuente: Agencia Sinc

Un estudio, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), demuestra la importancia de la interacción entre la riqueza de especies, la sincronía y los parámetros ambientales en la predicción de la estabilidad de las especies vegetales en los ecosistemas mundiales.

Encabezado por Enrique Valencia, investigador de la Universidad Rey Juan Carlos, y coordinados por Francesco de Bello, del Centro de Investigaciones sobre Desertificación, centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, han analizado a escala global los distintos factores que intervienen en la estabilidad de las comunidades vegetales.

El estudio demuestra la importancia de la interacción entre la riqueza de especies, la sincronía y los parámetros ambientales en la predicción de la estabilidad de las comunidades en todos los sistemas analizados. Al analizar series temporales de ecosistemas naturales y seminaturales de todo el mundo, se ha comprobado que el grado de sincronía entre las especies dominantes es el principal impulsor de la estabilidad, más que la riqueza de especies per se.

Han analizado a escala global los distintos factores que intervienen en la estabilidad de las comunidades vegetales.

 

Se suele decir que cuando los bailarines danzan en sincronía componen los movimientos armónicos más bellos. La sincronización, entendida como el cambio coordinado simultáneamente, está presente en los procesos naturales que suceden a nuestro alrededor como si de una hermosa danza se tratara. Más allá de las alegorías musicales, el movimiento y el cambio en la naturaleza son una constante.

Sin embargo, el grado de implicación de la sincronía en las dinámicas de sistemas complejos como son los ecosistemas naturales sigue siendo objeto de debate científico y de gran interés por sus implicaciones en la estabilidad de las comunidades ecológicas.

Parcelas de todo el mundo con vegetación natural y seminatural

En ecología, el concepto de estabilidad se refiere a la respuesta frente a los cambios, que hace posible la coexistencia de las especies a lo largo del tiempo. Su mantenimiento es fundamental para una provisión sostenida de los múltiples bienes y servicios que los ecosistemas nos suministran. Más si cabe, si tenemos en cuenta el actual escenario de crisis climática y de cambio en los usos del suelo en el que nos encontramos.

Para el análisis, tal y como explica Francesco de Bello, “recopilamos de fuentes de todo el mundo los datos de 7.788 parcelas de vegetación natural y seminatural de las que disponíamos de registros anuales de un periodo de al menos seis años. Los datos recopilados nos permitieron comparar las relaciones entre la riqueza de especies, la sincronía y la estabilidad con las predicciones teóricas, considerando los tipos de vegetación, climas y usos del suelo”.

Este resultado tiene gran importancia para una gestión sostenible de nuestros ecosistemas.

 

Como principal resultado de este trabajo se demuestra que la baja sincronía entre un pequeño número de especies dominantes podría representar un efecto estabilizador importante, frente al resto de factores, en los ecosistemas de todo el mundo.

Este resultado tiene gran importancia para una gestión sostenible de nuestros ecosistemas. En este sentido, los investigadores señalan que las intervenciones destinadas a proteger los ecosistemas contra los efectos del aumento de las variaciones ambientales, en un contexto de cambio global, deben centrarse en promover el mantenimiento o la selección de especies dominantes con diferentes adaptaciones o estrategias que darán como resultado una baja sincronía.