Ante esta situación, los sindicatos denuncian la “poca acción” de las instituciones y, sobre todo, al veto ruso hacia los productos comunitarios, en vigor desde 2014. Sin posibilidades para comercializar lo almacenado, tanto a nivel nacional como en mercados exteriores, las zonas más perjudicadas han sido las comunidades de Aragón y Cataluña, a la postre las que más fruta de hueso producen.Tres años después de que las autoridades rusas acordaran el cierre de sus fronteras a productos agroalimentarios de la UE por valor de unos 5.300 millones de euros, el sector de frutas y hortalizas español y comunitario siguen sufriendo esta campaña los bajos precios y la existencia de excedentes, ante la imposibilidad de operar en ese mercado.
Desde la administración, el director general de Producciones y Mercados del Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama), Fernando Miranda, ha transmitido que el cierre del mercado ruso ha devenido ya en una situación que el sector debe considerar como un problema estructural, ya que es un desequilibrio entre oferta y demanda que se ha repetido en los últimos cuatro años.
Miranda ha destacado que el problema de desequilibrio que tiene el sector de la fruta de hueso en el mercado español, hace pensar que producimos más de lo que somos capaces de comercializar a precios que remuneren a los productores. Ya antes del veto ruso, el sector de la fruta de hueso tenía problemas para comercializar la producción a precios aceptables. Por eso, Miranda ha asegurado que desde el Ministerio se va a abordar el problema con un enfoque integral, a medio y largo plazo, haciendo un diagnóstico profundo del sector a partir del cual se puedan articular medidas efectivas. [...]