«Es necesario, más que nunca, tener en cuenta al sector agrario y que las administraciones pongan en marcha verdaderas políticas de apoyo a un sector estratégico de nuestra economía. Solo así, seremos capaces de acometer retos esenciales como son el Cambio Climático, la innovación, la digitalización del sector y la vertebración del medio rural”. El presidente de Asaja, Pedro Barato, aprovechó su intervención para poner hincapié en los daños provocados por el cierre del canal Horeca, y ha calificado de insuficientes los 80 millones del presupuesto comunitario destinados a las ayudas extraordinarias al sector, «frente a los 19.000 millones que ha puesto encima de la mesa la Administración americana». Además de reclamar más presupuesto, Barato ha hablado sobre la posibilidad de aplicar medidas fiscales tales como la exoneración en las cuotas de la seguridad social, del IBI Rústico o una revisión a la baja de los módulos del IRPF de los principales sectores afectados por este canal.

Respecto a la ley de la Cadena Alimentaria, Barato ha señalado que son necesarias «medidas que aseguren, la transparencia, la seguridad jurídica y el equilibrio en la formación del valor añadido del producto». Al mismo tiempo, se ha referido a la necesidad de apostar por la modernización de los regadíos, el uso de las energías renovables y el emplo de la tecnologías «como revulsivo para garantizar el futuro del sector».

COAG, por su parte, ha concretado sus reivindicaciones con la presentación de «100 medidas agrarias» para conformar un nuevo modelo social de agricultura. El Secretario General de COAG, Miguel Blanco, ha puesto la sostenibilidad en el centro de la mesa, como uno de los pilares que «debe acompañar a cada uno de los retos de futuro». Retos como la seguridad, la soberanía alimentaria, la digitalización, la transición energética o la lucha contra el cambio climático. Para Blanco, las líneas prioritarias de actuación se hallan los siguientes puntos, representados en el amplio documento enviado a todos los grupos políticos: «reequilibrio de la cadena alimentaria frente al actual abuso de posición de dominio de las grandes cadenas de distribución, dotación de tecnológica y democratización de la misma para la digitalización, relevo generacional con el impulso a la incorporación de jóvenes y mujeres, potenciación de las energías renovables, valorización de nuestra contribución a la descarbonización (sumideros de CO2) y reforzamiento del presupuesto comunitario para la nueva PAC en nuestro país”.

En la misma dirección ha apuntado el documento que ha entregado UPA a las fuerzas políticas, que aborda diversos retos: el reto climático, el reto territorial, el reto digital, el reto generacional y, también, el reto de alcanzar la igualdad entre hombres y mujeres. Sobre ese punto de partida la organización ha hecho referencia a la respuesta masiva que obtuvieron en su día las movilizaciones organizadas por el sector, y cuyas demandas todavía necesitan hallar respuesta.

Las organizaciones, en definitiva, pusieron en valor el esfuerzo del sector realizado en los peores momentos de la pandemia, garantizando el suministro de alimentos y consolidándose como actividad esencial. Por esa razón, han pedido a las administraciones que tomen medidas que garanticen un futuro próspero para la agricultura.