El sector ganadero y cárnico defiende las producciones de calidad y respetuosas con el medio ambiente

Tras la publicación del informe de la ONU sobre el cambio climático y la alimentación, donde sale mal parada la carne de vacuno especialmente, y ante la importante preocupación generada por este asunto, desde COAG Andalucía quieren manifestar que «en Andalucía podemos estar tranquilos, ya que la carne de vacuno es de máxima calidad y las ganaderías son respetuosas con el medio ambiente».

Fecha: 17-Aug-2019

Y es que, según defiende COAG, «la ganadería de vacuno andaluza, localizada fundamentalmente en las provincias occidentales, tiene unas especiales características al ser extensiva». En este sentido, se ha manifestado el responsable de Vacuno de Carne de COAG Andalucía, Enrique Acción, quien ha explicado que “la nuestra es una ganadería de modelo sostenible, en la que las vacas están al aire libre, pastando, en perfecto equilibrio medioambiental, y cumpliendo además con una importante función, que es la de prevenir incendios”.

Por todo ello, el responsable de vacuno de carne de COAG, ha insistido en que “los ganaderos andaluces de vacuno de carne no nos sentimos aludidos por las críticas en torno a la labor ganadera y su relación con el cambio climático, porque precisamente la nuestra es una ganadería que favorece el medio ambiente, al no ser industrial”.

En relación a este asunto, Enrique Acción ha comentado que la ganadería industrial es la que se encuentra en los países terceros con los que, recientemente, la Unión Europea ha firmado acuerdos comerciales para importar carne de vacuno: “Esto es una barbaridad y una contradicción –ha afirmado-, ya que por un lado están constantemente haciendo campaña mediática contra la carne de vacuno y, por otro lado, están favoreciendo las importaciones de países terceros, donde se practica una ganadería industrial de producción a gran escala y enfocada a la exportación y al comercio mundial, y para colmo, no existen las mismas normas de seguridad alimentaria que aquí. Por ejemplo, en EEUU sí está permitido la utilización de hormonas para crecimiento y engorde del vacuno. En definitiva, se trata de una hipocresía que va a castigar aún más a nuestros ganaderos, que ya demasiado están sufriendo por los bajos precios que se les paga por la carne, los más bajos de los últimos tres años”.

“Todo esto, sin lugar a dudas –ha añadido-, va a redundar muy negativamente en el sector y, por tanto, en el medio rural, acentuando aún más el fenómeno de la España vaciada, de la que tanto se habla últimamente y la que requiere de medidas reales y efectivas, entre ellas, defender a los ganaderos con pequeñas y medianas explotaciones, que nada tienen que ver con el cambio climático”.

Por todo lo dicho, Enrique Acción ha calificado como de “injusta” la campaña contra la carne de vacuno, “porque perjudica a la ganadería sostenible de Andalucía y a su carne de máxima calidad, respetuosa con el medio ambiente y con todas las garantías alimentarias, a la que habría que poner en valor y no machacar con acuerdos comerciales que también van a perjudicar a los consumidores y a la economía de un medio rural ya de por sí muy castigado. No tiene sentido alarmar a la población andaluza, cuando nuestra dieta mediterránea es equilibrada y el consumo de carne roja es moderado”.

Plataforma Carne y Salud
El sector cárnico español se reafirma en su compromiso con la mejora del medio ambiente, la reducción de los gases de efecto invernadero y la seguridad y calidad de sus producciones, a la vez que sigue trabajando por una alimentación variada y equilibrada, en el marco de la Dieta Mediterránea, que incluye todos los grupos de alimentos en las pautas de consumo saludable recomendadas por la comunidad científica.

Tras la publicación del informe, la Plataforma Carne y Salud recuerda que «el sector ganadero-cárnico español y europeo son un referente internacional por su trabajo en la sostenibilidad de sus producciones mejorando los procesos, las instalaciones y el manejo y realizando importantes innovaciones en la gestión de residuos».

Con el uso de las nuevas tecnologías, se están desarrollando sistemas de producción y nuevas técnicas con un menor impacto ambiental, con el objetivo de una reducción progresiva de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero. Ejemplos de este compromiso, entre otros muchos, son las acciones sectoriales para reducir un 15% la huella de carbono en el sector vacuno, o la reducción de un 47% de las emisiones de amoniaco y un 54% las de metano en el sector porcino, junto al ahorro de hasta un 30% el uso de agua por cada kilo de carne producido y el fomento de la producción sostenible de carne de conejo.

Además, el sector permite mantener importantes ecosistemas que no serían viables sin su utilización ganadera, como las dehesas en el caso del cerdo ibérico o el pastoreo tradicional del ovino y caprino y el de las vacas nodrizas en dehesas y zonas de montaña, que están unidos al fomento de la biodiversidad y la conservación de los espacios naturales.

En definitiva, el sector ganadero español aplica el Modelo de Producción Europeo, el más exigente del mundo en cuanto a calidad, trazabilidad, sanidad animal, seguridad alimentaria, bienestar del ganado y sostenibilidad medioambiental y social.

El sector cárnico defiende una dieta equilibrada en la que se incluyan proteínas de origen animal y vegetal en línea con las recomendaciones de las sociedades científicas. La carne es un alimento con nutrientes muy importantes para la salud humana, es fuente de proteínas de alto valor biológico, vitaminas y minerales y su inclusión en la dieta representa importantes beneficios nutricionales, que aporta proteínas de alto valor biológico, vitaminas del grupo B y minerales como el fósforo, el zinc y el hierro.

La inclusión de carnes y productos cárnicos en la alimentación resulta imprescindible para alcanzar los requerimientos diarios de ciertos nutrientes como el hierro, y por ello, puede incluirse en la dieta de 2-4 veces por semana (como recomienda la Fundación Dieta Mediterránea), dentro de una dieta variada y equilibrada.

De hecho, en España, las necesidades de B6 y B12 están cubiertas gracias al consumo de productos cárnicos, y existe una amplia evidencia científica que demuestra los beneficios del consumo de carne dentro de una alimentación equilibrada.

Además, hay que remarcar que en España el consumo de carnes y productos cárnicos es moderado y se sitúa dentro de las pautas marcadas por los organismos internacionales de salud, por lo que las recomendaciones del IPCC para el futuro están en línea con el consumo moderado que se realiza en nuestro país.