Con las cifras de existencias a mayo del 2019 y una estimación relativamente optimista de ventas hasta julio, la actual campaña podría terminar con unos 38 millones de hectolitros en stock, que suponen entre 7 y 8 millones más que a igual fecha del año anterior y entre 4 o 5 millones más que la media de los últimos años.

Una producción de entre 44 y 48 millones de hectolitros – pese a ser aún muy arriesgada cualquier estimación por lo que pueda pasar en las próximas y decisivas semanas, aseguran desde el Observatorio Español del Mercado del Vino – llevaría las disponibilidades totales a una horquilla entre 82 y 86 millones de hectolitros.

Disponibilidades, elevadas o no, dependiendo de las producciones en nuestros principales competidores y clientes (Francia e Italia), del consumo en el mercado interior, los mercados del mosto, alcoholes y otros productos vitivinícolas, así como del conjunto de las exportaciones de la próxima campaña.