El informe de actividades y procedimientos de mantenimiento del Sistema de Información Geográfica de Identificación de Parcelas Agrícolas (Sigpac) es, según el Departamento, un “elemento clave para la solicitud, gestión y control de las ayudas directas y de desarrollo rural que se basan en superficie, dentro de la PAC. El MAPA coordina su actualización, a través del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA), entre ellas la revisión de cambios por fotointerpretación de las nuevas ortofotografías aéreas.

En el año 2018, por ejemplo, las actualizaciones registradas por el sistema han afectado a 4 millones de hectáreas y cerca de 3,4 millones de recintos Sigpac en las 17 autonomías. Desde el Ministerio han subrayado que su información se actualiza continuamente para “reflejar la realidad del territorio lo antes posible”.

Por ello, entre otros aspectos, se han realizado tareas como la convergencia con el Catastro, se han revisado el uso del viñedo en el Sigpac y se han producido la integración de concentraciones parcelarias, la incorporación de obras civiles, controles sobre el terreno, solicitudes de modificación de los agricultores, controles de calidad o renovación de la capa de pastos permanentes. Además, se ha actualizado el coeficiente de admisibilidad de pastos (CAP) y la información superficies de interés ecológico (SIE).

Este sistema es “la única base de referencia para la identificación de las parcelas agrícolas en la PAC”, ya que permite la localización geográfica superficies, su delimitación y la cuantificación de la superficie admisible para pagos de cada parcela.

El MAPA ha subrayado, por otra parte, los contenidos que se muestran públicamente en el “Visor SIGPAC”, en respuesta a la creciente demanda de que se “muestre mayor información y una mayor interoperabilidad con otras bases de datos”.

En este sentido, ha resaltado que “disponer de los datos límites y áreas, usos y coberturas, superficies de interés ecológico, etc. de las parcelas es “extremadamente valioso” para obtener un conocimiento sobre la “distribución espacial de cultivos, cambios de los usos de la tierra, la evolución de las superficies agrarias y pastos o la conectividad de la red Natura 2000”.