El campo estadounidense invierte en tecnología para compensar la falta de trabajadores migrantes

Fecha: 23-May-2017

s Estados Unidos, donde los agricultores se esfuerzan por encontrar nuevas formas de hacer frente a la escasez de mano de obra y la caída de las ganancias.
Encontrar gente para las tareas a veces agotadoras de sembrar y cosechar cultivos se ha vuelto cada vez más difícil en los Estados Unidos, donde por generaciones el sector ha dependido de la mano de obra inmigrante barata. Desde que asumió la presidencia en enero, Trump ha agravado el problema con acciones para limitar a los trabajadores extranjeros. Pero eso también anima a algunos inversionistas a apostar a que los productores necesitarán cada vez más nuevas herramientas para reducir costos y aumentar la productividad.
En el primer trimestre de 2017, una oleada de efectivo llegó a empresas de tecnología agrícola, incluso de algunos grandes inversores como Y Combinator de Sam Altman y la Fundación Bill y Melinda Gates. Las empresas emergentes recibieron 200 millones de dólares a través de 29 acuerdos, el nivel más alto que en cualquier trimestre desde que la firma investigadora CB Insights comenzó a hacer un seguimiento de los datos en 2012. Otros financistas recientes incluyen al capitalista de riesgo y fundador de Sun Microsystems Vinod Khosla y al máximo responsable de Alexandria Real Estate Equities, Joel Marcus.
“Con la nueva administración y el énfasis en la deportación y la inmigración, estas cosas se han intensificado”, dijo en una entrevista telefónica David Slaughter, profesor de ingeniería biológica y agrícola de la Universidad de California en Davis.
La tecnología no es algo nuevo para la agricultura. Desde que John Deere inventó el arado de acero a principios del siglo XIX, la agricultura ha adoptado nuevas herramientas desde tractores que utilizan sistemas de posicionamiento global hasta semillas genéticamente modificadas. No obstante, aunque gran parte de la economía agrícola de 400.000 millones de dólares está mecanizada, los productos frescos y los productos lácteos siguen dependiendo en gran medida del trabajo humano. Éste proviene en su mayor parte de inmigrantes, tanto documentados como no autorizados.
Escasez de mano de obra
Incluso antes de la llegada de Trump, la escasez de trabajadores se intensificaba dado que el ex presidente Barack Obama había incrementado las deportaciones. También ha habido una disminución de los arribos desde México, tradicionalmente la principal fuente de trabajadores migrantes. Más de la mitad de los trabajadores agrícolas estadounidenses son indocumentados, según la Federación de la Oficina Agrícola de Estados Unidos. El Departamento de Agricultura estadounidense estimó que en 2015 había 2,6 millones de empleos en fincas locales.
En tanto la oferta de mano de obra disminuye, los agricultores estadounidenses sienten una presión financiera cada vez mayor debido a los bajos precios de los cultivos y los superávits globales. El departamento de Agricultura estadounidense estima que los ingresos agrícolas caerán en 2017 por cuarto año consecutivo, la primera vez que esto ocurre desde los años setenta.
Mientras tanto, los productores tratan de averiguar cómo van a proporcionar suficiente comida como para alimentar el planeta cuando las poblaciones aumenten en las próximas décadas. Dominar los datos continúa siendo uno de los mayores problemas para incrementar los rindes de los cultivos, dijo Sam Eathington, científico jefe de la unidad Climate de Monsanto, en una entrevista realizada en marzo en uno de los laboratorios de investigación de la compañía en Woodland, California.