El "Made in Francia" se enfrenta a una verdadera locura: el 91% de los consumidores confiesan más atraídos por productos alimenticios de origen francés. Por su parte, el 79% de los distribuidores dice que el reclamo del "producto francés" lleva a un aumento en las ventas.

Sin embargo, está la cuestión de la remuneración justa de los productos alimenticios franceses. Si bien el 55% de los consumidores y el 71% de los minoristas consideran que el precio de venta realizado en Francia es más alto que el promedio, el 55% de los agricultores considera que estos no son suficientes para la valoración de los sectores involucrados. Sin embargo, para apoyar la economía nacional y el empleo, el 80% de los consumidores, el 73% de los minoristas y el 75% de los agricultores prefieren recurrir a los productos franceses.

El "Made in Francia" se impondría así como una tendencia real constante, y no como un efecto de moda en el corto plazo. Esta es al menos la opinión del 82% de los consumidores y el 90% de los distribuidores. Según ellos, esta tendencia se desarrollará en los próximos años. "El origen francés de las materias primas es, con mucho, el criterio más importante para elegir un producto fabricado en Francia para el 80% de los consumidores, el 69% de los agricultores y el 61% de los distribuidores. "

La identificación de productos franceses por etiquetas es, por lo tanto, un problema importante. El 52% de los consumidores y el 31% de los minoristas depositan toda su confianza en el logotipo "origen francés garantizado" en el embalaje. Para facilitar su identificación, el 55% de los distribuidores están, por lo tanto, a favor de instalar estantes dedicados a productos elaborados en Francia. El 81% de los consumidores y el 90% de los agricultores se mostrarían receptivos a esta iniciativa, ya que desean poder identificar los productos franceses con mayor claridad cuando hacen sus compras.