De capataz de granja a presidenta del European College Of Small Ruminant Health Management. La meta en una carrera de obstáculos

Fecha: 20-Oct-2020

Articulo de: Luis Miguel Ferrer Mayayo

La conocí cuando era una estudiante de Veterinaria. Delia Lacasta Lozano era una de esas chicas de ciudad que vienen a estudiar para ser especialista en mascotas.

Venía de Valencia porque no terminó de gustarle la Biología y le llamaban los pequeños animales, las mascotas. Con esas espectativas había pasado sus tres primeros años de carrera. Luego en cuarto curso, no creo que ella sepa porque demonios, se apuntó a las prácticas externas voluntarias de rumiantes que impartíamos Luis Miguel Cebríán (el de vacas) y yo mismo (el de ovejas), es decir “las prácticas con los Luis Migueles”.

Parece ser que mi compañero Juanjo Ramos tiene razón y cuando vas al campo a trabajar con las ovejas y se impregna la piel y los sentidos de la lanolina de estos animales, te enganchas más que los adictos a la cocaína. El campo, sus ganados, el mundo rural, la relación directa y llana de nuestros ganaderos, ver como tu trabajo fructifica te transforma y te metes en un mundo en el que sabes que no vas a ganar mucho dinero, ni tan siquiera reconocimientos, pero que no lo cambias por cualquier otra especie.

Eso debió pasarle a Delia. A los pocos días de venir de prácticas al campo, estaba dispuesta a madrugar, trasnochar o trabajar el fin de semana con tal de volver a salir de prácticas. Así fueron pasando sus dos últimos años de carrera hasta que, en su año final, decidió irse a pasar sus vacaciones aprendiendo de ovejas en Leciñena, con (Pedro) Jesús Montesa, presidente, por aquellos años, de ANGRA y miembro de la Junta de Casa de Ganaderos de Zaragoza.

Ese mismo año, pasó a trabajar con nuestro buen amigo (fallecido en pasadas fechas) Julio Sopena. Pasó más de dos años viviendo en la Finca de Castejón de Becha, cambiando la estructura, tamaño y manejo de la misma. Allí combinó la genética de ANGRA, con el sistema star y la alimentación unifeed. Pasando de manejar algo más de mil ovejas a casi 3.000 cabezas.

Una vez veterana en el manejo del ovino, continuó como veterinaria de ADS en Tardienta, a pesar de los muchos contratiempos y zancadillas que le iban poniendo a cada paso. Se ganó el cariño y el respeto de toda aquella zona hasta que le propuse continuar su trabajo en la universidad.

A pesar de no parecerles buena idea a alguno de sus ganaderos y que económicamente salía perdiendo, apostó por su formación y bajo a Zaragoza como profesora contratada, haciendo su tesis doctoral con granjas reales de su zona, en un tema tan extraordinario como las neumonías, que ella misma acuñaría como complejo respiratorio ovino, y donde ha llegado a ser una referencia mundial.

La progresión era inevitable y pasó a contratada doctora y profesora titular de universidad. Luego en 2011, entró a formar parte del European College of Smal Animal Health Management, donde conoció a George Ptenakis, que la animó a formar parte de diferentes comités, donde adquirió la suficiente experiencia para pasar a ser vicepresidenta, hace tres años y ahora presidenta.

Algunos se extrañan de que esa chica de capital a la que le gustaban las mascotas haya llegado a este cargo. Si hubiesen seguido su camino, como lo he vivido yo, no se extrañarían, sino que pensarían que este es solamente otro paso en su carrera de fondo (y con obstáculos, que le han puesto y le siguen poniendo) pero que Delia va para delante y no tenemos más que mirar delante de nuestras narices y ya vemos que está preparando el Congreso Mundial de Ovino, la vemos publicando en las mejores revistas del sector científico y en las de los ganaderos y veterinarios de a pie.

Conociendo su trayectoria. Como me va a extrañar que pasé de trabajadora en una granja a su actual logro. No, no me extraña y espero todavía mucho más de ella, que forme un gran equipo como lo está haciendo hasta ahora como directora del SCRUM.

Delia, te lo mereces y esperamos que trabajes para mejorar el sector.