Consumo: "No implantar ningún sistema de etiquetado frontal, como Nutriscore, es inaceptable"

En las últimas semanas, el etiquetado frontal Nutriscore ha suscitado numerosas reacciones y dudas respecto a su próxima implantación. Sectores como el aceite de oliva, el cárnico o el lácteo han manifestado sus opiniones respecto a la oportunidad o no de este sistema.

Fecha: 04-Mar-2021

Por ello, fuentes del Ministerio de Consumo han querido recordar que el etiquetado será voluntario, y han aclarado las ventajas que introducirá regular su uso, para lo cual se quiere poder contar con un Real Decreto antes de que termine el año, "aunque recordemos que se trata de un proceso largo, como todo trámite legislativo".

Así, desde el Ministerio aseguran que para las empresas supondrá un importante incentivo para mejorar la calidad nutricional de sus productos, puesto que, en una misma categoría de alimentos, un producto con mejor puntuación tendrá una ventaja respecto a aquellos con peores calificaciones. Esto contribuirá a que las empresas trabajen para reducir el contenido en grasas, azúcar o sal de sus productos, ingredientes que penalizan su puntuación en Nutriscore, para tratar de estar en las categorías mejor puntuadas (A y B). 

Respecto a las demandas planteadas por algunos sectores, las fuentes de Consumo distinguen entre la situación del aceite de oliva y otros productos que han hecho reclamaciones. En el caso del aceite de oliva, en la última revisión del algoritmo de Nutriscore ya se planteó la necesidad de mejorarlo para reflejar mejor sus beneficios nutricionales, pero todavía permanece con la calificación "C". Por ello, desde el Ministerio seguirán trabajando para aportar al Comité Científico de Nutriscore evidencias científicas que ayuden a mejorar esta calificación.

En el caso de otros productos, al ser un sistema voluntario "cualquier sector puede autoexcluirse", pero las fuentes aseguran que no se puede argumentar ante el Comité Científico de Nutriscore la exclusión de un alimento si su contenido en sal, grasas, etc. es alto.

También hay que tener en cuenta que, en valor, el 36% de las exportaciones de productos españoles se realiza a países donde ya está implantado Nutriscore. Por tanto, en esos países nuestros productos no están compitiendo en igualdad de condiciones, porque sus consumidores ya están sumergidos en una cultura que tiene en cuenta este tipo de etiquetado frontal.

Desde Consumo hacen hincapié también en que el Ministerio va a realizar diversas campañas informativas para que los consumidores conozcan el sistema de etiquetado Nutriscore y en consecuencia sea realmente útil, una demanda que se ha hecho desde muchos sectores. "Pensamos que el debate, más que centrarse en quién apoya o no el sistema Nutriscore, debe estar en si ayuda o no a que las decisiones de consumo de los ciudadanos sean más saludables", aseguran.

"Nutriscore no dice si un alimento es bueno o malo, sino que simplifica la información nutricional que ya se ofrece en los etiquetados posteriores, es un indicador sintético", aseguran. Las fuentes del Ministerio añaden que no se trata de un sistema perfecto, puesto que no recoge cuestiones como el grado de procesamiento de un alimento o su trazabilidad, aspectos que poco a poco se deben ir incorporando en el etiquetado para que el consumidor disponga de una información cada vez más completa, pero se muestran convencidas de que es mejor contar con este sistema aunque tenga puntos de mejora, que no contar con nada, como ocurre actualmente: "No hacer nada es inaceptable", aseguran.

Y es que son varias las evidencias científicas que apoyan la eficacia de Nutriscore. Entre ellas, un reciente estudio publicado en International Journal of Behavioral Nutrition and Physical Activity asegura que el 3,4% de las muertes por enfermedades no transmisibles relacionadas con la dieta se podrían evitar utilizando Nutriscore (Egnell M. et al.).

Por otro lado, las fuentes del MInisterio han resaltado también que Nutriscore permitirá que dispongamos de perfiles nutricionales. Una de sus utilidades puede ser para regular la publicidad infantil de acuerdo con su escala, prohibiendo la publicidad de aquellos alimentos que tengan peores puntuaciones.

En cuanto a lo que sucede en Europa, además de que Nutriscore ya está implantado en varios países, conviene recordar que la intención de la Comisión Europea es avanzar hacia el etiquetado común y obligatorio en todo el territorio en 2022. Aunque todavía no se ha decidido si Nutriscore será el sistema escogido, todo apunta hacia ello.