Claves para diferenciar una alerta alimentaria real de un bulo

Según los registros de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), en España solo se han registrado quince alertas alimentarias reales en los últimos tres años. Sin embargo, cada vez es más frecuente recibir en el móvil o ver en redes sociales cadenas de mensajes alertando sobre supuestas contaminaciones de alimentos.

Fecha: 28-Aug-2019

Por ello, y coincidiendo con el reciente episodio real de intoxicación por listeriosis en productos de carne mechada elaborados por una empresa con sede en Sevilla y detectados en varias localizaciones de España, la escuela de negocios internacional IMF Business School ha querido ofrecer tres claves importantes para tratar de diferenciar los bulos y fake news sobre alimentos tan abundantes en Internet, de una alerta alimentaria real que debe tenerse en cuenta.

Cómo diferenciar una alerta alimentaria real

— Si llega solo por redes sociales, no hay peligro. Siguiendo con el caso de listeriosis detectado recientemente, tanto la Consejería de Sanidad andaluza como el Ministerio de Sanidad confirmaron y decretaron la alerta sanitaria por este brote. No se puede decir lo mismo de muchas otras supuestas alertas, en las que los principales medios de difusión suelen ser Facebook y Whatsapp. Si un producto es realmente dañino para la salud y es retirado del mercado, con total seguridad los consumidores se enterarán antes por organismos oficiales y medios de comunicación que por sus redes sociales.

— Huir de lo llamativo y alarmista. Titulares del tipo “¡¡ALERTA DE ALIMENTOS CONTAMINADOS!! ¡¡REENVÍALO A TODOS TUS CONTACTOS!!” sería muy raro verlos en noticias sobre intoxicaciones de un periódico o un telediario, pero esta fórmula casi siempre se repite en las supuestas alertas alimentarias difundidas a través de Internet. Su objetivo: causar alarmismo y difusión llamando la atención con mayúsculas, signos de exclamación, exageración y llamadas al reenvío.

— ¿Dónde está el origen de la noticia? Las mejores mentiras siempre tienen un punto de verdad. Un ejemplo de ello se dio con la difusión en 2017 de varias noticias descontextualizadas sobre el supuesto “aceite de oliva lampante tóxico”, todas ellas basadas en un estudio de la OCU del 2012 en el que solo hablaba de que algunos aceites no cumplían con la normativa. Para evitar estas “medias verdades”, es fundamental contextualizar la fecha de la noticia y acudir a la fuente de origen, en vez de quedarse en la cadena que ha llegado a Whatsapp.