Ahora, les escribe para recordarles, que si bien a algunos países les queda poco o ningún presupuesto de sus fondos de desarrollo rural, en conjunto, los Estados miembros todavía pueden comprometer unos 6.000 M€ en sus programas de desarrollo rural. Esta cantidad aumenta a alrededor de 17.000 M€ cuando se consideran las cantidades reservadas para las solicitudes aún no finalizadas.

El Comisario también les recuerda en qué medidas se pueden gastar estos fondos: Aplicarse a la cadena de suministro de alimentos, para que los agricultores vendan directamente a los consumidores o establezcan servicios de entrega a domicilio de productos esenciales como alimentos o medicamentos a habitantes rurales aislados. 

Para mejorar los servicios relacionados con la atención médica. Para apoyar inversiones a nivel de explotación, para el procesamiento, comercialización o envasado de alimentos, o para la restauración del potencial de la producción agraria.   Para apoyar las inversiones en pequeñas infraestructuras y servicios locales, como la adquisición de equipos, la adaptación de centros de salud o la instalación de instalaciones móviles de salud en las zonas rurales.

Para servicios de asesoramiento que puedan guiar a los agricultores a mejorar la resiliencia de sus explotaciones.  Para herramientas de gestión de riesgos que puedan compensar a los agricultores por pérdidas de ingresos significativas y repentinas como consecuencia de la crisis. Para servicios de alivio en las explotaciones, que pueden ayudar a los agricultores en su trabajo diario debido a razones como enfermedad, ausencias o exceso de trabajo inesperado.