También se encuentran en una situación de emergencia los cultivos de secano, los sectores más afectados son los cereales, las leguminosas y las proteaginosas. Existe también una gran preocupación en la evolución de los cultivos leñosos tales como el almendro, viñedo y olivar. Además, debido a las altas temperaturas de las últimas semanas, han resultado especialmente dañados los frutales de pera, ciruela y melocotón, cuyas pérdidas ascienden en algunos casos al 25 por ciento.

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) destaca que junio, el último mes del que se tienen datos, fue “seco” tanto en Huesca como en Zaragoza. En el primer caso solo llovió un 31% de lo habitual y en el segundo, un 29%.

A la falta de precipitaciones se le suman las extremas temperaturas registradas en las últimas semanas, lo que multiplica los efectos de la aridez.

UPA se reunió la semana pasada en la Mesa de la Sequía celebrada en el Ministerio de Agricultura para exigir el rescate de los afectados. Sin embargo, lo que podría haber sido un gran momento para solucionar parte de la situación se convirtió en una mera reunión de carácter técnico e informativo.

Medidas que exigen:

1. Plan de ayudas “de mínimis” a los ganaderos afectados: Un máximo de 15.000 euros por explotación para paliar los sobrecostes derivados de la alimentación adicional por la falta de pastos, así como ayudas para el abastecimiento de agua y la puesta en marcha de puntos de agua adicionales (balsas, pozos, etc.), para poder hacer frente a los costes de alimentar e hidratar a los animales.
2. Un adelanto de las ayudas de la PAC: Hasta el 70 por ciento del pago básico y hasta el 85 por ciento de las ayudas correspondientes al segundo pilar (ayudas agroambientales).
3. La revisión del índice de módulos del IRPF para que haya una rebaja fiscal.
4. Condonación de las cuotas de la Seguridad Social.
5. Ayudas a la financiación y flexibilidad en las condiciones de pastoreo.

Líneas de seguro agrario

Otro de los aspectos fundamentales para UPA Aragón son las líneas de seguro agrario, ya que en los últimos seis años ha disminuido la subvención de las administraciones a estas en 20 puntos. Ante esta situación, el seguro se ha incrementado considerablemente, lo que ha provocado que los agricultores y ganaderos dejen de asegurar, poniendo en riesgo el propio sistema financiero de los seguros agrarios españoles.

Así pues, UPA Aragón solicita que se ponga en marcha la mesa de negociaciones del seguro agrario para reflexionar si estos se están llevando hacia una deslicitación, al no ser tan atractivos por no responder a las nuevas realidades que existen en el sector, fundamentalmente por el cambio climático.