Unión de Uniones señala que la Renta Agraria baja un 8,6% este año

Cae por encima de la media de la UE y de la de Estados como Francia, Alemania o Italia La renta empresarial agraria también sufriría un importante receso del 10,9% respecto a 2018

Fecha: 19-Dec-2019

Unión de Uniones, tras revisar los últimos datos publicados por Eurostat, constata la caída de la renta agraria en 2019 en la mayor de los principales Estados Miembro de la Unión Europea (UE) a nivel agrario, con recorte del 8,6% para España situándose en 26.179,57 millones de euros.

Estos datos también revelan que la renta empresarial agraria también sufre un importante receso. La corrección realizada sobre los datos del 2018, apuntaría a una reducción acumulada desde 2017 del 10,2% en la renta agraria y del 15,0% en la renta empresarial agraria.

La renta agraria aumenta en la UE, pero desciende en los principales Estados miembro

Según Eurostat en esta la que sería la primera estimación del presente ejercicio, la renta agraria (RA) en la UE habría pasado de 167.000 millones de euros en 2018 a 171.000 en 2019, lo que representa un aumento del 2,4%.

En España, en cambio, la RA habría ido a la baja, desde los 28.640 millones de euros en el pasado año, a los 26.180 millones de euros, del primer avance del corriente. Ello implicaría una caída del 8,6%, que se habría producido en base a una reducción del 3 % del valor de la Producción Agraria y un 3,6% de aumento de los costes intermedios.

Se debe señalar también que los propios datos de 2017 y de 2018 han sido corregidos en esta última actualización de Eurostat. De esta manera, la Renta Agraria de 2018 sería de 1.573,8 millones de euros menos que la cifra que en su última estimación sirvió al Ministerio para hablar de un crecimiento del 4,3% el pasado ejercicio, cuando con los nuevos datos, en 2018 se habría producido en realidad un descenso del 1,75%, con lo cual en el acumulado desde el 2017 el descenso total sería del 10,2%. 

En el caso de Francia, con un primer avance de renta agraria para 2019, de 26.725,5 millones de euros, el recorte de renta ha sido más suave y se cifra en un 7,2% respecto a 2018, mientras que en Italia (24.514 millones de euros) se cifra en un 2,2%. En Alemania (17.023,4 millones de euros), por su parte, ha aumentado un 34,3% en un solo año, lo que muestra un crecimiento muy llamativo.

Respecto a la renta empresarial agraria (REA), que indica la remuneración de los factores propios de producción - entre ellos la mano de obra familiar -, el descenso es todavía más significativo en España. Según los datos de Eurostat, la REA española ha pasado de 22.500 millones en 2018 a 20.000 millones en 2019, lo que indica un descenso del 10,9% en 2019 y del 15,0% desde el 2017. A nivel UE, en cambio, se ha incrementado en este ejercicio un 2,7%, y en Alemania un notable 136%, mientras que en Italia ha descendido un 5,6% y en Francia un 12,3%.

 

Cifras alejadas de la realidad

En todo caso, e incluso teniendo en cuenta las correcciones que se pueden realizar sobre avances y estimaciones hasta que las cifras de renta se elevan a definitivas, Unión de Uniones considera que estos indicadores pintan un escenario para los agricultores españoles muy alejado de la realidad del campo.

Según los últimos datos disponibles de la Agencia Tributaria que maneja la organización, los rendimientos declarados por los agricultores y ganaderos que fundamentalmente viven de esta actividad estaría en el entorno de los 11.500 euros anuales, muy por debajo de algunos indicadores oficiales del MAPA, como la Renta Agraria por UTA o la Renta Empresarial Agraria por UTA que sobrepasarían en las estadísticas los 30.000 y 50.000 euros anuales respectivamente.

De cara a la elaboración del Plan Estratégico Nacional de la PAC, en el que este tipo de indicadores serán utilizados para el seguimiento del objetivo de mejorar los ingresos de los agricultores, Unión de Uniones reclama una revisión de los procedimientos estadísticos para el cálculo y que se tenga en cuenta la realidad fiscal de los profesionales del sector, que es la que verdaderamente refleja la distancia que existe entre las rentas del campo y la ciudad y justifica las concesiones de las ayudas de la PAC para sostener las rentas de los agricultores y del medio rural.