Según este organismo, de los 26 países que plantaron cultivos transgénicos en 2016, 19 son países en desarrollo y 7 países industrializados. Los países en desarrollo abarcaron el 54% de la superficie total. Los países con mayor superficie de organismos modificados genéticamente (OMG) fueron de nuevo Estados Unidos, Brasil, Argentina, Canadá e India; juntos sumaron el 91% del total. En lo que respecta a la Unión Europea, cuatro países – España, Portugal, la República Checa y Eslovaquia- plantaron más de 136.000 hectáreas de maíz transgénico, lo que supone un aumento del 17% con respecto a 2015.

Por cultivos, las variedades de soja biotecnológica representaron en 2016 el 50% de la superficie mundial de cultivos transgénicos. Si se considera el porcentaje que representan las variedades biotecnológicas dentro de la superficie plantada total, el de la soja es el 78%. Le sigue el algodón, con un 64% de la superficie mundial plantada con variedades transgénicas, y algo más lejos el maíz (26%) y la colza (24%). En Estados Unidos, Brasil, Argentina, Canadá, Sudáfrica y Uruguay en torno al 90% de la soja y el maíz sembrados el año pasado eran transgénicos.

El ISAA subraya, por último, que en 2016 se autorizó en Estados Unidos y en Canadá la comercialización de ciertas variedades de patatas transgénicas y que el año pasado se cosecharon y almacenaron durante el invierno las primeras manzanas, que se venderán en Estados Unidos este año.