Reflexiones sobre los hábitos alimentarios tras la crisis del coronavirus / Sofía Guillén Asín

Fecha: 28-May-2020

Sofía Guillén Asín 
GRUPO SAMCA
sguillen@samca.com

La industria alimentaria española ha demostrado una gran capacidad de respuesta ante la crisis del coronavirus. El consumidor ha estado abastecido de alimentos en todo momento y lo más importante, no ha percibido inseguridad en este sentido.

El consumidor durante la cuarentena ha modificado sustancialmente sus hábitos alimentarios y por lo tanto su forma de comprar y consumir. El consumidor ha vuelto a cocinar en casa y al tener más tiempo libre se ha puesto a experimentar con nuevos sabores y recetas. Al principio del confinamiento se apostó por los productos no perecederos dejando paso al consumo fresco y de cercanía en las últimas semanas. También ha ido aumentando paulatinamente la adquisición de productos de capricho menos saludables. Pero, qué ocurrirá cuando se acabe el estado de alarma, cuáles de estos nuevos hábitos se mantendrán, si es que alguno lo hace. Es probable con la vuelta a la nueva normalidad la mayoría no perduren en el tiempo puesto que la disponibilidad de tiempo libre en casa volverá a verse reducida. Una de las consecuencias en el cambio de hábitos que quizás parece más predecible será la vuelta a los productos más básicos y de menor precio. Esto es predecible puesto que el consumidor verá diezmada su economía a corto y medio plazo y en consecuencia volverá a un consumo más austero y controlado. Parece que el precio será por lo tanto un factor determinante a la hora de comprar. Además del precio, es probable que nos encontremos ante un consumidor más preocupado por los valores éticos y de responsabilidad social de las empresas productoras a la hora de comprar.  Por ello es esperable entre otras cosas, que el producto local y de proximidad cobren todavía más fuerza y que todas aquellas empresas que muestren un compromiso con la sostenibilidad o con la sociedad tengan una ventaja competitiva.

 

Otro hecho destacable durante la crisis es que se ha producido un aumento considerable de la preocupación de los usuarios por su alimentación en relación a la salud. Este hecho se demuestra por el importante aumento de las búsquedas en internet a nivel mundial sobre los efectos de la dieta en la salud y específicamente sobre alimentación funcional o la relación entre la alimentación y el sistema inmune. La preocupación de la sociedad por seguir una dieta equilibrada dentro de sus hábitos saludables cobrará importancia y posiblemente repercutirá en las elecciones de compra del consumidor.  Podemos augurar una mayor preocupación por dietas o productos que tengan un impacto positivo en la salud.  Por ello, resulta imprescindible la búsqueda de vías innovadoras para llegar a los consumidores en este sentido. La industria debe responder a este tipo de demandas mediante nuevos desarrollos de productos en los que se tengan en cuenta aspectos como el sistema inmunitario, la salud digestiva o productos de indulgencia más saludables.

Inevitablemente uno otro de los aspectos más importantes para el consumidor será la seguridad alimentaria. En este sentido, ya hemos visto cómo aumentaba la percepción del consumidor hacia el envase como un método de protección y de seguridad. Por ello es previsible que con el nuevo paradigma también se produzca un repunte en el mercado de envases, sobre todo unitarios o monodosis, tanto en supermercados como en el canal Horeca.

Por último, queda por ver si el aumento que se ha producido de la venta por internet en alimentación es una tendencia que viene para quedarse o resulta insostenible en una situación normal. Métodos de compra como el e-commerce, el delivery o el click&collect han experimentado un auge debido a la situación excepcional, pero está por ver si este auge se mantendrá en el tiempo.