Reflexiones de un veterinario de campo / Mario Enguita

Fecha: 17-Jan-2020

Mario Enguita
 Agro&al 
marioagroal@gmail.com

Vivimos tiempos de cambio, tiempos que transitan a la velocidad de rayo, inmersos en una sociedad sometida a un bombardeo permanente de información, muchas veces errónea o distorsionada pero con intereses creados para ir modelando personalidades y consumidores del futuro de productos que según ellos “no contaminan”, “son saludables”, “respetan el medio ambiente” y “no hacen sufrir a los animales”. Allá cada uno con sus decisiones y Dios me guarde de imponer o censurar las decisiones de cada uno, somos afortunados por poder decidir que queremos hacer con nuestra vida y somos libres para elegir. Por ello, por esa misma libertad también queremos que se nos respete y se nos escuche y no se demonicen unos sectores como son la Agricultura y la Ganadería y con ellos sobre todo con los ganaderos los Veterinarios de campo responsables de sus explotaciones ganaderas como es el caso de éste que les escribe.

Somos conscientes de que hay que hacer algo, que el cambio climático es una evidencia y si no tomamos medidas no habrá vuelta a atrás y las consecuencias que ello acarrea si no ponemos freno no hace falta que nos las explique nadie.

Todas nuestras actividades tienen una huella de carbono evidente, hasta el hecho de cepillarnos los dientes, por loa tanto TODOS somos responsables del cambio climático, siendo consciente de ello debemos intentar reducir dicho impacto lo máximo posible, no sólo por nuestro futuro si no por el de los que vienen detrás.

La Agricultura y la Ganadería por supuesto que tienen una huella de carbono, decir lo contrario sería mentir, pero no somos los máximos responsables como quieren hacernos creer desde ciertos altavoces de la sociedad, que por cierto se le oye más que nosotros, un poco más de unión entre los sectores sería necesario para hacernos oír y poder explicar nuestros sistemas de producción a la gente de a pie cada vez más desconocedora de la realidad y manipulada por ciertos medios de la sociedad.

La Agricultura supone un 4% de las emisiones de carbono y la Ganadería representa el 8% (datos oficiales 2018) ahora que venga quien quiera a decir que las vacas contaminan más que los aviones, las fábricas, los automóviles, piensen por un momento que ocurriría con todas esas fábricas, todos esos coches, todos esos aviones, todas esas megaciudades y urbanitas si desapareciera la agricultura y la ganadería, no hace falta explicarlo, tampoco creo que no comer carne o comer carne sintetizada en un laboratorio sea la solución.

NO demonicemos pues un sector que en contraposición produce alimentos para millones de personas en el planeta, gestiona y vertebra el territorio sobre todo en zonas rurales siendo el sustento y modo de vida de mucha gente evitando con ello la temida despoblación que nos acecha, evitan la matorralización de monte y con ello la desertificación de nuestros territorios.

Nuestro sistema de producción tanto extensivo como intensivo por supuesto que es mejorable y en ello estamos día a día agricultores, ganaderos y veterinarios que asesoramos y trabajamos en estas explotaciones para conseguir que esas producciones sean mucho más sostenibles de lo que son ya así como reducir el efecto y adaptarnos al cambio climático que también nos afecta a nosotros y a nuestros animales. Trabajamos por el bienestar animal, por el uso razonable y adecuado de antibióticos y con ello producciones cada vez más seguras.

SÍ, nuestros productos son SOSTENIBLES y cada vez más por mucho que a algunos les parezca lo contrario, lo que no es sostenible son nuestros hábitos y pautas de consumo cada vez más orientados a productos precocinados y comida “basura” alejándonos cada vez más de esa dieta mediterránea de productos frescos y de proximidad, tan saludable y sostenible que hemos tenido durante años y tan respetuosa con el medio ambiente y con nosotros mismos. Ahí es donde también tenemos que incidir y recuperar ya desde pequeños tanto en nuestras casas como en los centros educativos esos valores y hábitos saludables que hemos perdido.

Con ellos haremos adultos del futuro más responsables y menos contaminantes y conseguiremos también que los productos producidos en el campo y en las granjas tengan mucha menos huella contaminante y sean más respetuosos con el medio ambiente.

Todos somos responsables, Todos tenemos que poner de nuestra parte.