Patrones para almendro: ¿francos ó clonales?

Fecha: 13-Nov-2019

Antonio J. Felipe
Dr. Ingeniero Agrónomo
afelipe@iies.es

Una plantación frutal actual para resultar rentable necesita estar basada en un material vegetal, variedades y patrones, cuidadosamente elegido y lograr la mejor adaptación de las plantas al ambiente en que se instalan, así como al sistema de cultivo.

La elección de los árboles más convenientes para una nueva plantación de almendros es una decisión muy importante que el agricultor debe tomar antes de decidirse a plantar.

En un escrito anterior, hicimos una descripción rápida de los patrones para almendro que se utilizan en las plantaciones actuales. En éste comentamos las características de cada grupo.

Hasta los años setenta del pasado siglo, se utilizaban plantas injertadas en francos de almendro. En el Sureste se usaban también, en ocasiones y en regadío, almendros injertados sobre ciruelos “pollizos de Murcia” (Prunus insititia e híbridos) recogidos en plantaciones ya existentes (pollizos son las sierpes que producen abundantemente estos ciruelos). Pero estos “pollizos” producen también plantas irregulares debido a su poca homogeneidad.

 

Producción abundante de sierpes (“pollizos”) por determinados ciruelos

Los francos de melocotonero son adecuados para regadío pero en España se utilizan poco, posiblemente porque acortan la vida del almendro.

La irregularidad de comportamiento observada en los francos de almendro, propició el ensayo de otros patrones: los clonales, que parten de una sola planta y se multiplican vegetativamente. No se disponía entonces de ellos para almendro, pero actualmente ya existen varios que son capaces de adaptarse a diferentes ambientes y a los modernos sistemas de cultivo.

A partir del decenio 1.970 empezamos a ensayar y utilizar, tras haber comprobado la compatibilidad, híbridos entre almendro y melocotonero: primero el francés ‘INRA GF-677’ y unos años después el español ‘Adafuel’. El comportamiento de ambos resultó satisfactorio, tanto en secano como en regadío. Después se ensayaron otros clones que, salvo el murciano ‘Mayor’, apenas  tuvieron difusión. Aunque estos patrones dieron satisfacción a bastantes agricultores, también mostraban debilidades importantes en situaciones determinadas.

Almendros sobre ‘INRA-GF-677’ en un secano de Zaragoza. 

Por esa época, la E.E. de Aula Dei sacó también ‘Adesoto’, una selección de “pollizo” compatible con almendro pero de difícil propagación entonces. 

En vista de la experiencia que se iba obteniendo, iniciamos en el CITA (entonces SIA) de Aragón, una serie de trabajos de selección y de mejora genética de patrones. Tras los correspondientes ensayos de comportamiento de los materiales en estudio, se divulgaron nuevos patrones clonales: tres híbridos almendro x melocotonero: ‘Garnem’, ‘Monegro’ y ‘Felinem’ y dos pollizos: ‘Montizo’ y ‘Monpol’. De ellos, ‘Garnem’ ha tenido una gran difusión.

Existen otros híbridos entre distintas especies de Prunus, de posible uso para almendro, como son: ‘Cadamán’ y ‘Barrier’, y los nuevos de Agromillora Catalana (los Rootpac ). El INRA de Manduel (Francia) obtuvo algunos híbridos variados que, hasta el momento, han tenido poca difusión en España.

Hoy disponemos ya de una variada gama de patrones clonales para almendro que, junto con las nuevas variedades autógamas, permiten al agricultor elegir unos árboles capaces de adaptarse a diversas condiciones de medio ambiente y de sistemas de cultivo.

Pero la existencia de este material vegetal diverso obliga al agricultor, y a los técnicos que les asesoran, a mantener actualizados sus conocimientos mediante el estudio y seguimiento de las novedades difundidas recientemente, para adaptarlse a los nuevos sistemas de plantación y cultivo.

Quedan por conocer las razones por las que debe decidirse la elección por los patrones: francos o clonales.

Entre los disponibles hoy, hay que elegir el más adecuado para el suelo y clima en que se va a plantar y para el sistema de cultivo: tradicional, semi-intensivo, intensivo o super-intensivo que se establece.

Cultivo en secano:

Para cultivo en secano, la elección del patrón se centra, básicamente, entre francos o híbridos entre almendro y melocotonero. La mayor homogeneidad de comportamiento de las plantas la ofrecen cada uno de estos últimos.

Debido a las condiciones ambientales en que se instalan estas plantaciones, la elección del sistema de cultivo se centra, en mi opinión, entre el tradicional o el semi-intensivo. Para ambos pueden funcionar bien los patrones de vigor medio o alto. Tanto francos como híbridos, aportan posibles patrones convenientes.

Cultivo con riego:

Con riego, las posibilidades actuales de elección son más amplias.

Entre los francos, los de almendro exigen un buen control del riego debido a su sensibilidad a la asfixia de raíces.

Entre los clonales, se dispone de más candidatos posibles, pero la elección ha de ser, necesariamente, muy cuidadosa debido a las diferencias de vigor, compatibilidad y comportamiento agronómico que presentan los componentes de este grupo. Tanto entre los híbridos como entre los ciruelos existen varias posibilidades de elección.

Variedades autoenraizadas (propagadas mediante estaquillas)

Muy recientemente ha aparecido una nueva posibilidad: las variedades de almendro auto-enraizadas.

Mediante la micropropagación se está logrando enraizar algunas de las variedades de mayor interés comercial, lo que permitirá su cultivo prescindiendo de los patrones.

 Con estas plantas aparecen una serie de incógnitas que deberán resolverse mediante los pertinentes ensayos y controles:

 - ¿Qué tamaño alcanzarán las plantas adultas? Es probable que el vigor de crecimiento sea diferente entre las variedades así propagadas y, por tanto, su capacidad de adaptarse a los diferentes sistemas de cultivo.

 - ¿Qué resistencias y sensibilidades presentarán sus sistemas radiculares? Es otro de los aspectos desconocidos, ciertamente importantes, a experimentar y descubrir.

 - ¿Qué nivel de productividad tendrán estas plantas? Habrá que verificar la eficiencia nutritiva de las raíces resultantes de este sistema de propagación y, por tanto, la productividad.

 Todavía quedan incógnitas por investigar en este tipo de plantas. Si en los patrones clonales actuales quedan todavía muchos aspectos por conocer sobre su comportamiento agronómico, aún son más en este nuevo tipo de plantas. Resulta necesario seguir investigando sobre el comportamiento de cada variedad así propagada. En resumen: estamos trabajando con unas plantas que todavía no conocemos bien y aparecen nuevas posibilidades, resultantes del sistema de propagación, cuyo comportamiento hay que experimentar y conocer.