Olivos sanos y bien desarrollados: las técnicas de cultivo, plagas y enfermedades

En el proceso de modernización del olivo desempeña un papel fundamental la correcta realización de las buenas prácticas culturales y de sanidad vegetal que permitan obtener frutos sanos y bien desarrollados.

Fecha: 03-Aug-2018

El olivar, que como es conocido, representa la principal producción agraria andaluza, está experimentando en los últimos años un importante proceso de tecnificación y de modernización, que está conllevando tanto la mejora de la calidad de las producciones como la reducción del costo de los productos obtenidos.

En este proceso de modernización desempeña un papel fundamental la correcta realización de prácticas de cultivo que permitan obtener frutos sanos y bien desarrollados. Al mismo tiempo, resulta fundamental evolucionar hacia plantaciones de alta densidad, con una correcta distribución de los árboles que permita un aprovechamiento máximo del suelo y la luz, así como una total mecanización de las operaciones culturales, creen José Luis Molina de la Rosa, Brígida Jiménez Herrera, Félix Ruiz Coleto, Francisco García Zamorano, Juan Cano Rodríguez, Julián Pérez Gracía y Brígida Jiménez Herrera (Coord.), todos ellos autores de Técnicas de cultivo. Plagas y Enfermedades del olivo, una publicación de la Junta de Andalucía, disponible a la demanda AQUÍ, en la Biblioteca de Horticultura.

Esta publicación de La Junta de Andalucía es un compendio de los aspectos teóricos y prácticos que se imparten en las clases del Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (IFAPA) con el fin de dar a los alumnos un manual de consulta y de trabajo en aula, y un marco común de referencia para el profesorado como herramienta de apoyo, dice Jerónimo José Pérez Parra en la presentación del libro de 92 páginas.

Las ilustraciones e imágenes del manual del INIA, son de mucha utilidad

En América Latina y concretamente en Uruguay hay un importante desarrollo de la olivicultura, alcanzando las 10 mil hectáreas, siendo su principal destino la industrialización para la producción de aceite. A partir del 2003, tanto en INIA como en la Clínica de Diagnóstico de Enfermedades de la Facultad de Agronomía, se iniciaron trabajos tendientes a identificar las principales limitantes sanitarias del cultivo, tanto en plantaciones jóvenes como adultas. Debido a las condiciones agroecológicas en Uruguay de alta pluviometría y humedad relativa ambiente, los principales problemas sanitarios son ocasionados por hongos y bacterias. (la situación de ampliación de cultivos también es así en Argentina).

Ambas publicaciones disponibles en formatos PDF a los que se accede desde –publicaciones en la Biblioteca de Horticultura– cuentan con una abundancia cantidad de imágenes de las plagas y enfermedades que describen los autores

Las plagas en Uruguay, contrariamente a lo que ocurre en las regiones olivícolas mediterráneas de veranos secos y luminosos, tienen una importancia relativa menor.

El manual -44 páginas- para la “identificación de las principales enfermedades y plagas del olivo” es una publicación del INIA de Uruguay, disponible AQUÍ, en la Biblioteca de Horticultura, presenta un enfoque práctico de campo.

Los autores Carolina Leoni, Paula Conde, Jorge Paullier, María José Montelongo y Pedro Mondino buscan contribuir al manejo sanitario de los olivares, acercando elementos para reconocer las principales enfermedades, plagas y problemas abióticos de posible ocurrencia en los montes de olivos nacionales, basados en los registros generados durante los últimos años.
El olivar, su importancia

Podrían haber 11 millones de hectáreas de olivos en el mundo, unas 1.500 millones de árboles, en más de 55 países. En Europa 6 millones de ha, en África otros 3 m/ha, en América 300.000 ha y en Asia más de un millón de hectáreas que crecen con rapidez. Estas plantaciones significa más de 3 millones de toneladas de aceite de oliva cada año.

Según el Consejo Oleícola Internacional (COI), el consumo mundial del aceite de oliva pasa de 1.6 millones toneladas de la campaña 1990-1991, en 25 años, a 2,9 millones de toneladas que se consumieron estos años pasados.

El aceite de oliva es una grasa muy minoritaria en el mercado global, supone el 1,7% de las grasas que elaboran en todo el mundo; entre el 2 y el 3% del que se toma en alimentación. El aceite de oliva, dentro de los aceites vegetales vegetales, es de los minoritarios, sólo por encima del aceite de maíz. El aceite de oliva y el de aguacate se consideran como “saludables”

España, Grecia, Portugal, Túnez o Turquía, producen más aceite del que son capaces de consumir son países exportadores y Italia, China, Australia, Estados Unidos o Chile, son los grandes importadores. En España tan solo el 40% del aceite de oliva se destina al consumo en el país. Las actividades económicas relacionadas con el aceite en España son relevantes, con e 2.584.564 ha de cultivo, un 14% de la superficie agraria, una cuarta parte en regadío y una economía por las ventas de aceite de oliva de unos 3.500 millones de euros anuales.

La industria agroalimentaria en España relacionada con el olivo significan 1.800 almazaras, la mitad cooperativas, que producen casi el 70% de los frutos del olivar.

Las variedades de olivas que hay en España son diversas la más común es la Picual, originaria de Jaén, quizás la mitad de la producción española y un 20% en el mundo. El aceite de aceitunas picual tiene un tono algo más verdoso que las demás variedades. Otras variedades relevantes son Hojiblanca y Picuda, establecidas en Málaga y Córdoba, la Arbequina cultivada en Cataluña, la Empeltre, se la encuentra en el Bajo Aragón y Cornicabra, en Castilla-la Mancha y Extremadura.