Nuevas tecnologías para un riego más eficiente

1282 Raimat ha liderado un proyecto que permite ahorrar un 25% del agua de riego en viña gracias al uso de nuevas tecnologías. La iniciativa, coordinada por el IRTA, ha contado con la participación de la Comunitat de Regants de Raimat y se ha centrado en una finca piloto de 100 hectáreas con riego programado, teledetección y modelos de cultivos.

Fecha: 25-Jan-2019

Tags: riego , innovación

Fuente: Interempresas

En viticultura para vinificación es necesario mantener un equilibrio entre producción y calidad para conseguir los ingresos máximos. El proyecto ‘Rentabilidad de la aplicación de nuevas tecnologías para la consecución de un riego con máxima eficiencia hídrica en una finca piloto de 100 ha de viña ecológica y convencional’, liderado por la bodega Raimat, ha querido establecer una nueva metodología integrada basada en el uso de herramientas de información geográfica, teledetección y modelos de simulación de cultivos y riego.

Uno de los principales condicionantes de la producción agrícola en el ambiente mediterráneo es el estado hídrico del cultivo. Las previsiones indican que el riego será un factor clave como consecuencia del cambio climático. Elegir la programación de riego más adecuada en cada momento es crucial para obtener la cantidad y calidad final de producto. En el caso de la vid, es deseable controlar el nivel de estrés hídrico, dentro de unos límites, a lo largo del año para obtener productos dentro de estos parámetros. El control del estado hídrico del suelo puede resultar más fácil pero no da los mismos resultados.

 

A la búsqueda de la eficiencia en el riego

El objetivo del proyecto ha sido facilitar al productor la gestión del riego de una finca de forma efectiva y práctica para lograr la máxima eficiencia hídrica posible. La solución desarrollada incluye los siguientes aspectos:

  1. Gestión sobre el control del estrés hídrico de la planta para cada sector de riego en el contexto de una gran finca.
  2. Reducción de la aplicación de fitosanitarios y fertilizantes en el momento de reconversión a producción de vino ecológico, considerando la incidencia del nuevo manejo del cultivo sobre las necesidades de riego.
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La finca de Raimat ocupa 100 ha.

El proyecto se realizó en una finca piloto experimental de 100 hectáreas de viña ecológica y convencional. Para lograr los objetivos, se utilizó la última programación de riegos, teledetección y modelos de cultivos, así como la aplicación de mejoras en ingeniería de la red de riego mediante protocolos de sectorización parcelaria basados en técnicas de teledetección que permiten obtener zonas más homogéneas. Todo esto permitió aplicar los recursos con mayor precisión para evitar la incidencia de eutrofización de freáticos y lavado excesivo del suelo.

En los últimos años, algunas tecnologías han sufrido un avance significativo y facilitan acceder al productor a niveles de gestión del riego, con niveles de eficiencia hídrica antes inimaginables. Desafortunadamente, este extremo sólo se puede lograr en determinados experimentos científicos. Para que sea posible a nivel práctico, se han integrado los efectos de distintos factores que interaccionan en la respuesta del cultivo (heterogeneidad espacial del suelo, clima, fenología, sensibilidad estacional al estrés hídrico, manejo del cultivo, variedad).

Esta propuesta demuestra que el uso de tecnologías (teledetección, simulación de cultivos, automatismos en parcela) puede permitir un manejo altamente eficiente, de grandes superficies, en parcelas comerciales que cumplen los requisitos mínimos de homogeneidad de sus sectores de riego y a la vez, es rentable económicamente.

Con la aplicación del riego de precisión se pudo ahorrar un 25% del agua en comparación con los años anteriores. Además, se pudo mejorar el rendimiento productivo y la calidad de los racimos y uvas. El análisis de variabilidad especial dentro de la finca, utilizando índices de vigor vegetativo obtenidos con imágenes multiespectrales de satélite, mostró una reducción significativa del crecimiento vegetativo, dentro del mismo sector de riego, entre el año 2015 y hasta el final de la actividad en 2017.

Como conclusión, esta tecnología permite beneficiar a los viticultores mediante el aumento de la eficiencia del uso del agua y la mejora del rendimiento y la composición de la uva.