Este proyecto parte de las denominadas ‘5 libertades’ del bienestar animal, que son las siguientes:

- Ausencia de hambre y sed. Acceso a agua y dieta que le permita mantener un estado de plena salud y vigor.

- Ausencia de disconfort, molestias o incomodidades. Ambiente apropiado incluido refugio y una zona de descanso cómoda

- Ausencia de dolor, lesiones y/o enfermedad. Prevención, diagnóstico temprano y tratamiento.

- Libertad para mostrar comportamiento normal de la especie. Espacio suficiente, instalaciones y compañía de animales de su misma especie.

- Ausencia de miedo, ansiedad o angustia. Asegurando condiciones y cuidados que evitan sufrimiento.

Partiendo de esta base, se ponen en marcha una serie de indicadores que deben ser factibles (se puede asumir su valoración en términos de tiempo y coste), fiables (tienden a ofrecer el mismo valor si se toman medidas repetidas) y válidos (son relevantes respecto al bienestar animal).

De esta forma, algunos de los indicadores zootécnicos son los siguientes: estado de limpieza, suciedad por heces, condición corporal, corte de uñas, corte de cuernos. Respecto a los indicadores sanitarios, destacan varios: secreción nasal, color de mucosas, pérdida de dientes, lesiones de la ubre y/o pezón. Por último, se encuentran los indicadores fisiológicos: sangre (hematíes, hemoglobina, hematocrito, volumen corpuscular medio, fórmula leucocitaria), heces (parásitos), leche (recuento de células somáticas), cortisol (saliva, sangre o lana).