Mejor producción agrícola con fertilizantes procedentes de depuradoras

La Comunidad de Madrid está logrando mejorar la producción agrícola en la región gracias a la reutilización de lodos de depuradora como fertilizantes. Tras depurar las aguas residuales queda un fango o lodo, rico en materia orgánica y nutrientes, que resulta de gran riqueza para los suelos agrícolas, especialmente en España y otros países mediterráneos que por su clima tienen un terreno más empobrecido.

Fecha: 23-Jul-2018

El proceso comienza con la intervención de los expertos del Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA), responsable de este proyecto, quienes evalúan la idoneidad de los lodos de depuradora tratados, deshidratados, compostados o secados térmicamente para el uso agrícola, teniendo en cuenta sus características, la tipología del suelo y el uso. De este modo se contribuye a la gestión sostenible de materiales residuales y se impulsa la economía circular.

Mejor producción agrícola
La utilización de este tipo de residuos supone la recuperación de los recursos contenidos en estos materiales, materias orgánicas y nutrientes, que permiten un mayor rendimiento de la producción de los cultivos y mejoran la fertilidad de los suelos. Asimismo, con esta reutilización se logra disminuir los procesos de erosión y desertificación que resultan tan acuciantes en la climatología mediterránea. En cuanto a los cultivos hortícolas, al aumento de la producción se une una mayor calidad de los productos, ya que la aplicación de estos materiales puede favorecer la producción de compuestos antioxidantes en los vegetales de consumo.

Este tipo de aplicaciones suponen la sustitución parcial o total de fertilizantes minerales, evitando problemas de eutrofización de aguas subterráneas por la lixiviación de sales solubles, al mismo tiempo que contribuye a mitigar la producción de gases de efecto invernadero que supone su producción.

Lucha contra el cambio climático
Además, el incremento de la materia orgánica favorece el secuestro de carbono en los suelos, aumentando su fertilidad, impulsando la seguridad alimentaria y permitiendo la mitigación y adaptación al cambio climático, objetivos de la iniciativa 4 por 1000: Suelos para la Seguridad Alimentaria y el Clima que se puso en marcha en París en el año 2015 como una de las seis iniciativas de ámbito agrario de la agenda de acción por el clima de Lima-París y al que la Comunidad de Madrid se ha sumado.

Otra línea de actividad se centra en la utilización de estos materiales para la recuperación de espacios degradados en los que esta materia orgánica favorece el enraizamiento de las especies, mediante la recuperación de cubiertas vegetales, y disminuye la degradación en estas áreas tan desprotegidas.

Asimismo, la reutilización de estos materiales para la producción de cultivos agro-energéticos contribuye a la utilización de suelos pobres para la producción de especies productoras de bioetanol o biodiesel, de manera que se reduce el uso de combustibles fósiles en la producción de energía.